Tener dificultad para ir al baño es bastante común. En muchos casos el estreñimiento puede ser consecuencia de alguna enfermedad o condición. Una de las más comunes es el Síndrome del intestino irritable, que hace que los movimientos intestinales sean lentos y se limitan las evacuaciones.
El envejecimiento puede reducir la actividad intestinal; el embarazo también, debido a los cambios hormonales o porque el útero crece e interfiere. La enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, el hipotiroidismo, la diabetes, entre otras afecciones, se vinculan al estreñimiento. Pero muchas veces eres tú mismo el responsable.
Hay hábitos que pueden alterar tu proceso de evacuación. Recientemente, la Escuela de Medicina de Harvard publicó un informe llamado The Sensitive Gut en el que analiza esas pequeñas costumbres que puedes tener el cuenta para evitar el estreñimiento y mejorar tu salud digestiva
1. Eres sedentario
Las personas que hacen ejercicio regularmente, en general, no sufren de estreñimiento. Esto se debe a que el colon responde a la actividad física, que facilita todo el proceso digestivo y hace que vayas al baño con regularidad. Si eres sedentario, ocurre lo opuesto.
Tener buen tono muscular es importante para regularizar los movimientos intestinales, pues los músculos de la pared abdominal y el diafragma desempeñan un papel crucial en el proceso de defecación. Aunque no se trate de un método infalible, el ejercicio puede ayudarte a mejorar el estreñimiento.
En el tracto digestivo hay receptores que se alteran al tomar opioides para el dolor. El estreñimiento inducido por opioides ocurre en aproximadamente en el 41% de las personas que los toman para dolores crónicos.
3. “Aguantas” demasiado las ganas
Si tienes que ganas de ir al baño, hazlo. Aguantar y postergar la evacuación intestinal, sea por el motivo que sea, puede producir un ataque de estreñimiento. Si continuamente estás ignorando las señales y dejándolo para después, puedes dejar de sentir la necesidad.
4. Abusas de los laxantes
A veces las soluciones son peores que los problemas. Abusar de los laxantes y tomarlos de forma inapropiada, como hacen la personas con anorexia y bulimia, puede traer el efecto contrario al que buscas. Ahora bien, esto no quiere decir que debas renunciar a ellos.
Para las personas con estreñimiento crónico el uso de laxantes a largo plazo es una solución, siempre y cuando se tomen según las indicaciones. Antes estos fármacos podían dañar las células nerviosas del colon y alterar su capacidad para contraerse. Las nuevas formulaciones no causan estos efectos secundarios.
5. No comes suficiente fibra, ni tomas suficiente agua
Si a la falta de fibra y líquidos en tu dieta le sumas alimentos altos en grasas, tienes la fórmula perfecta para el estreñimiento. La fibra absorbe el agua y hace que las heces sean más grandes, más suaves y más fáciles de pasar. Haz ajustes en tu dieta y verás resultados.
Los cambios en la rutina pueden alterar algunas funciones en el organismo, como el proceso de evacuación. Viajar puede traer problemas porque interrumpe la dieta normal, cambian los horarios y los hábitos diarios y terminas estreñido.
7 Tomas ciertos medicamentos
El estreñimiento puede ser un efecto secundario de muchos medicamentos, tanto recetados como de venta libre. Antiácidos (que contienen aluminio), antiespasmódicos, antidepresivos, sedantes, sales de bismuto, suplementos de hierro, diuréticos y anticonvulsivos, entre otros, pueden limitar tu actividad intestinal.