El tartamudeo es un trastorno de la comunicación en el que el flujo del habla se rompe por repeticiones, prolongaciones, o interrupciones anormales de sonidos y sílabas. También puede haber movimientos faciales y corporales inusuales asociados con el esfuerzo por hablar.
Se estima que el 5% de los niños atraviesa un período de tartamudez de seis meses o más de duración. Tres de cada cuatro niños que empiezan a tartamudear recuperan la fluidez antes de llegar a la adolescencia, quedando 1% de la población con un problema crónico.
La Fundación Estadounidense de la Tartamudez señala que hay cuatro factores que pueden contribuir al desarrollo del tartamudeo. 1. La genética: aproximadamente el 60% de quienes tartamudean tienen un familiar que también lo hace. 2. El desarrollo infantil asociado con otros problemas de habla y lenguaje.
3. Neurofisiología: investigaciones neurológicas recientes han demostrado que las personas que tartamudeaban procesan el habla y el lenguaje de forma ligeramente diferente que aquellos que no lo hacen. 4. Dinámicas familiares: las altas expectativas y los estilos de vida acelerados pueden contribuir a la tartamudez.
Afortunadamente se puede tratar el tartamudeo, hay una variedad de enfoques exitosos para tratar a niños y adultos. La mejor herramienta de prevención es la intervención temprana. Si tu hijo o un amigo tartamudea es importante que tengas en cuenta los siguientes consejos de la Fundación Estadounidense de la Tartamudez:
Hablar lento y pausado
Háblale de un modo lento y pausado. Cuando el niño se dirija a tí, deja que termine lo que está diciendo y espera unos segundos antes de empezar a hablar nuevamente. Que hables lento y relajado lo ayudará mucho más que decirle "habla más lento" o "inténtalo nuevamente más despacio".
Preguntas mínimas
Reduce la cantidad de preguntas que le haces. En lugar de hacer preguntas, simplemente haz comentarios sobre lo que el niño ha comentado.
Expresiones faciales
Utiliza expresiones faciales y cualquier tipo de comunicación no verbal para comunicarle a niño que estás está escuchando el contenido del mensaje y no como lo está diciendo.
Atención
Debes disponer de un tiempo diario en el que puedas brindar total atención al niño. Este momento de tranquilidad y calma puede ser constructor de confianza para los niños más pequeños, permitiéndole saber a ellos que disfrutas de su compañía.
Toda la familia
Ayuda a todos los miembros de la familia a aprender sobre la importancia de escuchar. Deben saber que los niños que tartamudean encuentran que es más fácil hablar cuando hay pocas interrupciones.
Observación
Observa el modo que interactúas con el niño. Intenta aumentar aquellos momentos que dedicas a escuchar al niño con todo el tiempo necesario para hablar.
Sobre todo, es importante que manifiestes que aceptas a tu hijo como es. Lo más valioso será tu apoyo. Además, contar con la asistencia de un especialista puede ayudar a los niños a progresar significativamente hacia la fluidez.
Fuentes consultadas:
Fundación Estadounidense de la Tartamudez; Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación.