15 Mitos sobre el alcohol

De acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina, para la mayoría de los adultos, el consumo moderado de alcohol no es peligroso. Sin embargo, aproximadamente 17.6 millones de personas en el país son dependientes o tienen problemas con la bebida.

Ansiedad: una fuerte necesidad de beber. Pérdida de control: incapacidad para dejar de ingerir una vez que se comenzó. Dependencia física: síntomas de abstinencia, tales como náuseas, sudoración o temblores después de dejar de beber. Tolerancia: la necesidad de consumir cantidades cada vez mayores para poder sentir el efecto.

Verdad. Lo más importante es la cantidad y la velocidad con que se ingiere el alcohol, así lo informa la Biblioteca Nacional de Medicina. Para ejemplo, el de Luis, quien por hacer esto, vivió la peor borrachera de su vida: “juro que no lo vuelvo a hacer”.

Mentira. Sólo el tiempo permitirá que tu cuerpo elimine el alcohol consumido. Un café te puede poner tenso, pero no te mantendrá alerta ni restaurará los sentidos que ya fueron afectados por el consumo de alcohol.

Realidad. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, la distribución superficial de grasa en el organismo y la baja presencia de la enzima llamada alcohol hidrogenasa hace que en general, las mujeres puedan beber menos que los hombres.

Falso. Aún en pequeñas cantidades el consumo de alcohol puede producir alteraciones que afecten tu capacidad de respuesta de los reflejos y la percepción del tiempo-espacio, lo cual aumenta la posibilidad de sufrir lesiones y accidentes.

Hecho. El médico general Claudio Miguel Montero González, nos comenta que a niveles muy altos de alcohol, éste se convierte en depresor del sistema nervioso, por lo tanto, se pueden generar conductas agresivas.

“Rex”, quien decidió ocultar su identidad, nos platicó que cuando bebía en exceso se ponía agresivo y se enfrentaba con sus propios amigos. “Agarras valor y te quieres pelear hasta por una chica”, comentó.

Falso. Algunas personas toman para sobrellevar o curar problemas emocionales, pero los efectos siempre serán pasajeros y ellas volverán a la depresión, explicó la Biblioteca Nacional de Medicina.

Realidad. "Por el efecto desinhibidor, al principio te estimula y después te deprime", explicó el doctor Montero González. Para muestra el ejemplo de Luis, quien dice: “Cuando bebo me pongo más alegre, y ¡a platicar con todo mundo!”.

Falso: La resaca te provoca deshidratación y el hecho de que tomes otra bebida te perjudica. "Lo que necesitas es ingerir líquidos como agua, y sueros que te hidraten", aseguró el especialista.

Esto va a depender del tipo de alcohol que tomes, pero a nivel clínico tus células se pueden deshidratar y puedes presentar aceleramiento cardíaco, así como intensos dolores de cabeza.

Realidad: El Dr. Montero nos explica que los alcohólicos crónicos ya no se sienten tan mal cuando beben, porque “tienen tan dañado el hígado que ya no metabolizan las bebidas; por lo tanto los efectos son menores”.

Es verdad. “Así como dice la frase ‘eres lo que comes’ también aplicaría ‘sudas lo que comes’”, comentó el especialista. Al consumir alcohol, éste es metabolizado por el hígado y más tarde, eliminado por la vía renal. “El olor que se produce al transpirar suele ser muy desagradable”, agregó.

Realidad: Esto es posible por el efecto desinhibitorio que producen las bebidas. En muchos casos los altos niveles de alcohol te hacen perder conciencia de tus actos. Por eso, muchas veces no se recuerda qué pasó la noche anterior. “Bajo sus efectos se me facilitaba acercarme a las chicas”, comentó Rex.

Falso. No es que te embriaguen más, sino que el efecto que se produce en tu organismo es más rápido. Esto se debe a que la combinación del azúcar con el alcohol se metaboliza con mayor rapidez.

Falso. Muchas personas aseguran que si sales a recibir el aire fresco después de tomar alcohol, éste aumenta sus efectos en el organismo. “Estos síntomas se deben a los cambios bruscos de temperatura. "No quiere decir que se te haya 'subido' más", comentó Montero.

Falso. “Esta enfermedad se presenta en todos los niveles tanto sociales como económicos y muchas personas de todas las edades pueden caer en esta adicción”, enfatizó Montero.

Si tienes dudas, consulta a tu médico de confianza para que te ayude y te oriente. Tu salud es muy importante y cuidarla es tu responsabilidad.