Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. A pesar de su gran incidencia, los expertos afirman que son afecciones que pueden prevenirse con un estilo de vida saludable. Aquí te mostramos una lista de remedios caseros y sencillos
consejos que puedes adoptar para mantenerte a salvo y cuidar a tu
corazón.
Bananas y aguacates
Las bananas y aguacates son alimentos ricos en potasio, un mineral que actua como vasodilatador. Por ello, se cree que consumirlos regularmente brinda protección contra la
calcificación vascular patogénica, también conocida como endurecimiento
de las arterias o ateroesclerosis, afección que obstruye el flujo
sanguíneo.
Nueces
Las nueces son frutos secos que contienen nutrientes que
fortalecen el corazón, como fósforo, magnesio y vitaminas B. Para aprovecharlas puedes preparar un remedio
casero a quitándole la cáscara a cinco nueces y luego molerlas
finamente. Coloca el polvo en ½ vaso de agua y luego hierve durante un
minuto. Debes dejar reposar la infusión durante la noche y después colarla. Se recomienda beberla en ayunas.
Cebollas
Otro remedio casero para proteger al corazón sugiere cortar en trozos dos cebollas grandes,
hervir en dos tazas
de vinagre blanco, y endulzar con miel. Se toman dos cucharadas de la preparación al día. La cebolla se asocia a
propiedades hipotensoras capaces de beneficiar el funcionamiento del
corazón.
La evidencia científica señala que el espino blanco tiene efectos
cardiotónicos, antiarrítmicos y es capaz de reducir ligeramente la
presión arterial. Para aprovecharlo se recomienda verter un litro de
agua hirviendo en un recipiente con un puñado de flores secas
desmenuzadas de esta hierba. Déjalo reposar por una hora y toma una taza
diariamente.
Muérdago
Desde la Edad Media, el muérdago fue utilizado con fines medicinales,
específicamente como diurético e hipotensor. Puedes hervir durante cinco
minutos medio puñado de esta planta para una taza de agua. Se
recomienda tomar una cucharada de la infusión por día para regularizar
la presión sanguínea. Pero cuidado, en exceso puede ser tóxica.
Ajo
El ajo es uno de los remedios naturales más antiguos del que se tenga
registro. Incluso se utilizaba con fines medicinales antes de ser
aprovechado para la gastronomía. Debes hervir varios dientes en una taza
de vinagre blanco, y endulzar con miel. Tómatelo todas las mañanas en
ayunas para eliminar los depósitos grasos que se adhieren
progresivamente a las paredes de las arterias.
Miel
Además de ser muy valorada por sus propiedades antibacterianas, la miel
es una excelente opción para las afecciones cardíacas, sobre todo, si la
combinas con hierbas. Los expertos indican que lo ideal sería tomarla
en infusiones dos veces al día. Puedes preparar una con hierba luisa,
también vinculada al buen funcionamiento cardiovascular.
Valeriana
La valeriana se posiciona como una de las hierbas favoritas para
controlar el insomnio y los problemas de sueño, gracias a que actúa
sobre el sistema nervioso reduciendo el estrés. Este efecto también
sería útil para regular el ritmo cardíaco y mejorar el funcionamiento
del sistema circulatorio.
Esta es una manera atractiva de cuidar tu corazón. Puedes extraer el
jugo de tres toronjas previamente lavadas y vaciar en la licuadora junto
con una rebanada de melón, ½ rebanada de piña, ½ manzana y dos
ramas de apio. Después de licuar y colar, añade unas gotas de limón.
Debes beberlo al instante y puedes tomarlo hasta dos veces por semana.
Frutas
Una dieta con gran protagonismo de frutas aumenta las concentraciones
de potasio y magnesio, que ayudan a proteger contra los trastornos
del ritmo cardíaco. Además, estos minerales reducen la presencia de
sodio, que se vincula a mayores niveles de presión arterial. Puedes
optar por arándanos, kiwis, uvas, bayas de saúco, fresas,
melones, manzanas, peras o papayas. ¡Elige las que más te gusten!
Otros cuidados
Además de incorporar alguna de las opciones antes desarrolladas para mantener el corazón
sano, es importante mantener un peso saludable, hacer ejercicio
regularmente, no fumar y controlar regularmente los niveles de presión
arterial y colesterol. Visitar a tu médico con frecuencia es otra medida fundamental.
Recuerda:
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de
ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base
de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni
modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor
sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o
complementarias.
Fuentes consultadas:
Asociación Americana del Corazón, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales,
Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Organización Mundial de la Salud (OMS).