Con el costo que la salud tiene en este país hay que buscar el mejor modo de no gastar. Aún con una cobertura de salud, hay costos que afrontar como copagos, coseguros y deducibles. En 2014, el deducible promedio de un plan Plata fue de $2,900 para un individuo. Ese es el dinero que tienes que pagar antes de que el seguro pague su parte. Aquí te decimos cómo hacer para ahorrar sin dejar de recibir el cuidado que necesitas.
Si quieres ahorrar debes conocer tu póliza y no olvidarte cómo funciona. De manera tal que a la hora de hacer uso de tu seguro médico sepas por ejemplo que salirte de la red de proveedores de tu plan encarecerá tus costos. Aquí te damos otros consejos ofrecidos por los expertos de la revista Consumer Reports.
No gastes si no necesitas
Se calcula que 30% de los cuidados de salud que recibimos son innecesarios. Por ejemplo -remarca Consumer Reports- rara vez se necesitan rayos-X, CT scans o MRI’s por dolores de cabeza o de espalda sin complicaciones. Del mismo modo, los ‘stress tests’ o los electrocardiogramas son un gasto innecesario a menos que tengas dolor en el pecho u otros síntomas.
¿Sabías que los precios de un MRI pueden cuadruplicarse según el proveedor que elijas dentro de una misma red de servicios?, advierte Consumer Reports. Muchas aseguradoras te permiten elegir entre dos o tres tratamientos con proveedores con los que han negociado precios. Para ello debes registrarte en sus sitios web y es muy recomendable hacer uso de este servicio cuando el tratamiento no es de emergencia.
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Atención con los ‘tiers’ o niveles
Cada vez más, las aseguradoras están agrupando a sus proveedores de servicios por niveles o ‘tiers’. Así, si vas a un doctor o un hospital que está en el Tier 1 o Nivel 1, será más barato que si vas a un proveedor de salud de un tier más alto. Esto sucede también con las medicinas. Pídele a tu médico que te sustituya medicinas recetadas que están en un tier alto por otras que estén en un tier más bajo en tu plan.
Aún si tu plan te permite usar doctores y hospitales que están fuera de la red. No sólo te devolverán menos dinero, la aseguradora basará el reembolso en lo que considera un precio justo por el servicio. Si el médico o el hospital cobra más, te lo cobrarán directamente a ti. Si vas a salirte de la red, Consumer Reports recomienda usar Healthcarebluebook.com para revisar los precios y hasta puedes bajar un contrato para que tu médico y tu firmen.
Compara los precios de los genéricos
Las aseguradoras han elevado el precio de los copagos por medicinas. Es posible que te convenga pagar ciertas drogas genéricas en efectivo. Consumer Reports dice que el año pasado uno de sus compradores secretos pagó $4 por mes por la prescripción de lovastatin a través de programas de descuentos de Sam’s Club, Target y Walmart comparado con los $10 que le costaba a través del plan médico de su empleador.
Este truco no funciona con todos los medicamentos. Pero muchas veces, si uno compra la versión no-genérica de una droga recetada, puede ahorrar más que si compra la versión de venta libre (‘over the counter’). Si tienes acidez estomacal, por ejemplo, comprar esomeprazole (Nexium) en vez de omeprazole (Prilosec), puede ahorrarte más de $200 mensuales.
Invierte en una cuenta de salud (HSA)
“Alrededor del 20% de los asegurados a través de su empleador tiene planes de salud con deducibles altos y que vienen con Cuentas de Ahorros de Salud (HSA)”, dicen los expertos de Consumer Reports. Estas cuentas se pueden comprar a través del mercado de seguros también. El dinero que pongas en ellas es deducible de impuestos y es tuyo, si no lo usas no lo pierdes.
Muchos empleadores ofrecen cuentas de gastos flexibles o (FSA’s) a la que puedes cargar con hasta $2,500 anuales. Este dinero lo estableces con anticipación para que sea descontado de tu sueldo cada mes, antes de impuestos. Luego, puedes emplearlo en servicios de salud que tienes que pagar de tu bolsillo y puedes gastarlo con anticipación (aún antes de haber contribuido totalmente). Pero, si no lo usas lo pierdes.
Pon a trabajar el deducible
Los deducibles vuelven a cero cada año. Es decir que si llegando a fin de año, ya has alcanzado el monto total y tienes exámenes o tratamientos pendientes agéndalos para hacerlos antes de que comience el nuevo año y el nuevo deducible, sugieren los expertos de Consumer Reports.
