El herpes es una infección causada por un virus. En la boca, conocido como “herpes bucal”, aparece en forma de llagas alrededor de los labios o en el rostro. Si aparece en la zona genital (herpes genital) puede aparecer en las nalgas y ano, además de los genitales. También, se puede tener herpes en los ojos, la piel y en otras partes del cuerpo.
Hay dos tipos de virus del herpes simple: el virus del herpes simple 1 (VHS-1) y el virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2). El primero se contagia por la boca y causa herpes labial, aunque también puede aparecer en la zona genital. El segundo, el VHS-2 se transmite por vía sexual y causa herpes genital.
3. Se contagia aún cuando no hay síntomas
El virus del herpes simple se contagia a través del contacto directo. Hay personas que son portadoras del virus pero no tienen síntomas. “El líquido que se encuentra en la llaga del herpes contiene el virus y contacto con ese líquido puede causar la infección”, explican los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, de los EE.UU.).
El herpes puede provocar brotes varias veces a lo largo de un año. Si bien la infección dura toda la vida, a medida que va pasando el tiempo, la frecuencia empieza a ser menor. Más aún si el médico indica un tratamiento que ayude a mejorar los síntomas del virus y así disminuir los brotes, según informa la Biblioteca de Medicina de los EE.UU.
Puede parecer violento pero durante los episodios de herpes labial sintomático, el VHS-1 es muy contagioso. Por eso, cuando aparecen las llagas o úlceras en la boca, debes evitar el contacto bucal con otra persona.
Otra medida de prevención es no compartir objetos que tengan contacto con la saliva, ya que también es una forma de contagio. Lo mejor es luego de comer o tomar, lavar enseguida los vasos, cubiertos y plato para evitar que alguien pueda tomarlos.
6. No al sexo oral y a las relaciones sexuales
Por la misma razón que la Organización Mundial de la Salud recomienda evitar el contacto bucal, en especial en los episodios de herpes sintomático, se debe evitar el contacto bucogenital, a través del sexo oral, para prevenir la transmisión del herpes a los genitales de la pareja. Si tienes herpes genital, debes evitar tener relaciones sexuales, hasta que desaparezcan los síntomas.
7. El preservativo no es suficiente
Usar preservativos siempre es recomendable para prevenir la propagación del herpes genital. “No obstante, el preservativo solo reduce el riesgo de infección, puesto que los episodios de herpes genital pueden afectar a zonas no protegidas por ellos”, aclara la OMS.
8. Las embarazadas deben informar a su médico
Si estás esperando un hijo y tienes síntomas de herpes es muy importante que le informes a tu médico, debido a que los recién nacidos pueden infectarse con el virus del herpes. El contagio más común es por la vía del parto. Más aún si al momento de nacer la madre tiene un brote activo con herpes genital.
Los hombres circuncidados tienen una protección parcial frente a diferentes infecciones. Por un lado, frente al VHS-2 (virus del herpes simple tipo 2), pero también frente al VIH y a los papilomavirus humanos.
Los tratamientos más efectivos
Entre los tratamientos más efectivos se incluyen los antivirales como el aciclovir, el farmiclovir y el valaciclovir. Es importante saber que estos medicamentos se indican para reducir la frecuencia e intensidad de los síntomas pero que de ninguna manera curan la infección. Ésta dura toda la vida. Por eso es tan importante la prevención, tanto por uno mismo como para proteger a los demás.
10. El herpes bucal puede transformarse en herpes genital
Por lo general, el virus del herpes simple del tipo 1, que causa el herpes oral (bucal o labial) se transmite en la niñez, no por contacto sexual sino por el beso de algún familiar o amigo, que tenga el herpes. Pero luego, puede propagarse de la boca a los genitales, explican los CDC, a través de las relaciones sexuales orales. Esto explica porqué algunos casos de herpes genital son provocados por el VHS-1.