La violencia sexual contra los niños es un gran problema que no sólo trae devastadoras consecuencias físicas y psicológicas, sino también aumenta las probabilidades de sufrir explotación sexual, violar o ser violado, tener múltiples compañeros sexuales, tener embarazos no deseados y contagio por VIH, dijo el informe.
El alto índice de violencia sexual contra menores es un problema mundial que afecta en especial a niños de países en desarrollo, de acuerdo con el reporte de los CDC.
“Demasiados niños en el mundo experimentan violencia sexual y eso tiene efectos a largo plazo que afectan su salud mental y física. Es crucial que las comunidades, gobiernos y familias aumenten los esfuerzos para proteger a los menores y brindarles cuidado médico, terapia y apoyo legal”, explicó Tom Frieden, director de los CDC.
La investigación lanzada con el nombre en inglés “Violence Against Children Surveys (VACS)”, analizó casos de violencia sexual contra menores en siete países incluidos Haití, Cambodia, Tanzania, Kenia, Zimbabue, Suazilandia y Malawi.
De todos esos países, Suazilandia y Zimbabue fueron los que reportaron mayores niveles de violencia sexual contra niñas, con 38% y 33% respectivamente, mientras que Cambodia registró un 4 % en el caso de las niñas y un 6% en los niños.
El informe también reveló que de los menores que dijeron haber experimentado algún tipo de violencia sexual antes de cumplir los 18 años, menos de uno de cada diez recibieron algún tipo de ayuda o terapia.
El informe de VACS recalcó la violencia sexual en la vida de niños y niñas de menos de 18 años en siete países durante los años 2007 y 2013 y evaluó el daño físico y emocional que este abuso genera.
Una de las clases es la prevención de este tipo de violencia y todo lo referente a prevención del contagio de VIH.
¿A qué se llama abuso sexual infantil?
En Estados Unidos, los números son otros, a que cada año, según estadísticas y proyecciones de la Sociedad Americana de Pediatría, el uno por ciento de los niños del mundo sufriría algún tipo de abuso sexual, definido éste como la la exposición intencional de niños menores a algún tipo de actividad sexual por parte de otra persona.
Uno de los principales problemas de manejar estadísticas de abuso sexual es que como se trata de niños, muchas veces sienten miedo por amenazas recibidas, por lo que muchos casos terminan sin conocerse o denunciarse.
Según los expertos, lo más común es que los victimarios o abusadores sean adultos o niños mayores que forman parte del entorno social del abusado, es decir conocidos por el niño, lo cual lo hace aún más terrible y devastador, ya que el niño siente que se ha traicionado su confianza en esa persona.
Para poder detectar un caso de abuso, los adultos pueden observar detenidamente la conducta del niño ya que existen síntomas de abuso sexual de orden físico y síntomas psicológicos a los que debemos estar atentos.
Hay síntomas físicos como secreciones no habituales en el ano o la vagina, manifestaciones de dolor en el ano o en los genitales, enrojecimiento o sangrado en la vagina o en el pene, la aparición de enfermedades de transmisión sexual, infecciones urinarias frecuentes en las niñas y hasta la posibilidad de embarazo.
Pero también existen síntomas psicológicos, ya que el niño abusado puede mostrar temor a una persona conocida, inclusive el padre o la madre o desarrollar miedo a permanecer en determinados lugares. También puede tener reacciones anormales o poco habituales al ser indagado, alteraciones del comportamiento (como orinarse en la cama por ejemplo), evitar ir de cuerpo, pesadillas frecuentes y mostrar un protagonismo repentino de su genitalidad.