¿El copiloto de Germanwings se suicidó?

Lubitz, según las grabaciones de la caja negra recuperada, se había quedado solo en la cabina e impidió el reingreso del piloto mientras había iniciado el descenso de la aeronave. En la grabación se escuchaban los golpes en la puerta del piloto tratando de entrar a la cabina.

En Estados Unidos existe una normativa que nunca pueden estar solos piloto o copiloto en la cabina. En Europa, esta regulación no existe.

| Foto: FACEBOOK

El copiloto de Germanwings trabajaba en la empresa que pertenece a Lufhtansa desde 2013 y tenía una experiencia de 630 horas de vuelo con la aerolínea. Había sido formado en Bremen, escuela de aeronaútica de renombre, por lo que se lo consideraba muy preparado como piloto. Según la Fiscalía de Marsella, "Accionó el botón de descenso de manera voluntaria".

Uno de los puntos a investigar es que aparentememte, Lubitz había interrumpido su entrenamiento durante unos meses por cuestiones médicos, pero no se han revelado más detalles al respecto.

Según reportó a la prensa un ex compañero de entrenamiento que no dio a conocer su nombre, Lubitz habría detenido su entrenamiento en el 2009 durante seis meses por un cuadro de "agotamiento" o depresión. 

Sin embargo, luego de ese período, volvió a su entrenamiento después de haber superado las pruebas tanto físicas como psicológicas.

Lubitz había nacido en la localidad de Montabaur, en el estado federado de Renania Palatinado, donde vivía con sus padres y tenía también un alojamiento en Dusseldorf, hacia donde se dirigía el avión que se estrelló con 150 personas a bordo.

El perfil de la red social Facebook de Lubitz fue eliminado en las últimas horas y hay fuentes que hablan de que el joven planeaba casarse con su novia el año próximo.

En las grabaciones disponibles no se escucharon gritos hasta el momento final, y durante todo el descenso e podía oír al copiloto respirar normalmente, con lo cual se asume que los pasajeros no fueron conscientes de la situación hasta momentos antes del impacto, informaron las autoridades francesas. "La muerte fue instantánea" y la pérdida de altitud fue de “1.000 metros por minuto”, explicó el fiscal Brice Robin en rueda de prensa.

Uno de los grandes interrogantes surgido es si el copiloto tenía alguna vinculación ligada con el terrorismo pero los investigadores aseguran que no encontaron ningún dato de este tipo.

Por su parte, el presidente ejecutivo de la aerolínea Lufthansa, Carsten Spohr, ha afirmado en una rueda de prensa que Lubitz terminó su formación en 2008 y que su actitud era "impecable" y que era "era cien por cien apto para el vuelo". "Ni en nuestros peores sueños hubiéramos podido imaginar algo así", agregó.

El ejecutivo Indicó que a diferencia de las vigentes en Estados Unidos, las regulaciones europeas no obligan a que haya un mínimo de dos personas en las cabinas todo el tiempo.

"No importa las medidas de seguridad, no importan lo alto que pongas la barra, no hay forma de prevenir un evento así... y aseguró que la empresa “selecciona a su personal con mucho cuidado”.

Lubitz había superado las pruebas médicas que se realizan una vez al año y explicó que tras la formación de los pilotos ya no se realizan tests psicológicos, algo que será revisado, prometió.

En silencio y solas

Según las grabaciones, los primeros 20 minutos el copiloto mantuvo una conversación "normal y cortés" con el comandante. Luego, el comandante pide al copiloto tomar el mando, seguramente para ir al baño y luego se escucha la puerta que se cierra.

“Hubo silencio absoluto dentro de la cabina. Nada, ni una palabra en los últimos 10 minutos”, manifestó Robin y según un informe aparecido en el New York Times, se escuchaban los golpes del piloto en la puerta para poder entrar nuevamente sin que obtuviera respuesta.

Abrir desde adentro la puerta de una cabina siempre es posible mientras que desde fuera, se puede utilizando un código, salvo que éste se haya bloqueado internamente.

Con respecto a la hipótesis de si se trata de un acto terrorista, el fiscal agregó que "en este momento, nada permite decir que se trata de un atentado terrorista".

La pregunta por el suicidio, dijo el fiscal, sería algo a investigar.  “No puedo llamarlo suicidio pero se trata de una pregunta legitima”, agregó.

"Cuando viajamos en un avión nos sometemos a una serie de supuesto, y el mayor de todos, es que quienes comandan el avión, tampoco quieren morir", explicó a HolaDoctor el sociólogo Fabián Quintá.

"Y que además son idóneos para pilotear el avión. No solo técnicamente, sino también psicológicamente...Y ahora ¡si están locos? Si están afectados por un severo problema personal y eso los afecta a la hora de volar ¿quiénes cuidan esos aspectos?", reflexiona el experto.

Dentro del cine podemos citar dos películas en este sentido: , una "El Piloto", con Denzel Washington , que interpreta a un piloto adicto a las drogas, al alcohol y que pilotea un avión que tiene un accidente. La segunda, el primer capítulo del filme argentino candidato al Oscar este año,  Relatos Salvajes, donde una persona, para vengarse de todos aquellos que lo "afectaron" durante su vida, los invita, sin que ellos lo sepan, a un viaje en avión, y luego lo estrella contra la casa de sus padres.

 Algunas investigaciones

En la aeronáutica es de suma importancia que los pilotos estén en óptimas condiciones mentales y físicas para volar y por consiguiente,  evitar accidentes aéreos. Sin embargo, con la creencia de que aún hay mucho por hacer en este sentido, un grupo de investigadores de México y España analizó los impulsos eléctricos producidos por el cerebro al pilotear, para detecar el momento en que la persona pasa por un estado de estrés, distracción, atención o relajamiento.

El objetivo principal de esta investigación fue crear un instrumento para medir las proporciones de las señales cognitivas o impulsos eléctricos (delta, teta, alfa, beta y gama) que se generan en distintas regiones del cerebro de un conductor de vehículo volador no tripulado o dron, por medio de una diadema con sensores que se coloca en la cabeza y recolecta los datos que manda vía bluetooth a una computadora para después realizar el análisis. El próximo objetivo del proyecto es aplicarlo en pilotos de aviones reales, para su monitoreo remotamente en tiempo real.

Como los aviones actuales de pasajeros están muy automatizados, muchas funciones rutinarias que se realizaban antes ya no las ejecutan manualmente los pilotos, quienes se concentran más que nada en la estabilidad y seguridad del vuelo.

En este sentido, un estudio realizado por el Centro Ames de Investigación de la NASA, en Moffett Field, California, se examinó cómo el uso prolongado de los automatismos en la cabina influye negativamente en la habilidad de los pilotos de recordar cómo llevar a cabo tareas clave de vuelo en situaciones adversas. De todas formas, nada de esto parece ser importante en el caso que estamos analizando, el copiloto era muy joven, tenía 600 horas de vuelo comparadas con 6000 que tenía el piloto y las condiciones eran normales.