Una reciente investigación publicada en la revista Archives of Sexual Behavior sugiere que el tamaño y la forma del rostro puede predecir el deseo sexual y también en las probabilidades de engañar a la pareja.
El estudio fue dirigido por Steven Arnocky, profesor asociado de Psicología en la Universidad Nipissing de Canadá, y desarrolló dos sondeos diferentes en los que participaron 459 estudiantes, hombres y mujeres.
En el primer sondeo, 145 universitarios (48 por ciento eran varones) que tenían pareja completaron varios cuestionarios sobre comportamiento interpersonal y deseo sexual, luego se les tomaron fotografías para poder determinar la proporción de ancho-alto del rostro.
En el segundo, 314 estudiantes completaron la versión del primero, pero también incluyeron las variables de "sociosexualidad" e "infidelidad pretendida". Según los autores, "la orientación sociosexual es considerada como una orientación basada en rasgos hacia la sexualidad que varía entre restringida y sin restricciones".
Básicamente, los investigadores trataban de calcular hasta qué punto estos jóvenes se sentían cómodos con la idea del sexo ocasional.
Recientemente, diversos investigadores conductuales y psicológicos se han interesado por la morfología facial, es decir, cómo la forma del rostro humano puede correlacionarse con ciertas actitudes, comportamientos y rasgos de personalidad.
Por ejemplo, algunos estudios han sugerido que en los hombres, una alta relación ancho-alto del rostro puede señalar agresividad, comportamiento poco ético, e incluso psicopatía.
Apetito sexual
Los investigadores descubrieron en los resultados un vínculo positivo entre el ratio ancho-alto del rostro y el apetito sexual. Los descubrimientos sugieren entonces que esa proporción facial puede utilizarse para predecir la medida de la sexualidad de una persona, y que los hombres y las mujeres con la cara un tanto cuadrada y ancha parecen tener una mayor libido que los que tienen menos superficie de rostro, así como la intención de cometer infidelidad en los hombres.
"Estos hallazgos apuntan a que las características faciales pueden transmitir información importante sobre las motivaciones sexuales humanas", afirmó Arnocky en un comunicado.
Esta es la primera vez que una investigación vincula la forma del rostro humano con el deseo sexual y la psicología sexual, dijeron los autores. Aunque la investigación es puramente observacional y no puede explicar la causalidad, los científicos apuntan a la testosterona como un factor que puede ser responsable de los resultados.
El equipo también destacó algunas limitaciones al estudio. En primer lugar, las muestras son relativamente pequeñas, de sólo dos universidades canadienses y probablemente no representan la diversidad que existe en la sociedad, por ejemplo, el 82% de la muestra del primer estudio y el 91% de la muestra del segundo estudio eran caucásicos.