En 1998 los hombres recibieron la buena noticia de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés) había aprobado el Viagra, la mágica pastilla azul capaz de terminar con los problemas de erección. Varios años después, todavía el mercado no cuenta con su contraparte para el mercado femenino.
Pero en estos días, precisamente a mediados de febrero de 2015, la compañía Sprout Pharmaceuticals presentó una solicitud a la FDA para la aprobación de la flibanserina, una droga que sería capaz de vencer el desorden hipoactivo del deseo sexual (HSDD, en inglés) y estimular el deseo sexual en mujeres pre menopáusicas.
Cindy Whitehead, delegada de la farmacéutica explicó en un comunicado que hasta ahora solo se habían probado en mujeres los fármacos que funcionan para los hombres. Pero de acuerdo a los nuevos datos de los estudios de la compañía, esta nueva droga exclusiva para ellas logró aumentar el deseo en 53 % de las examinadas, redujo sus quejas en 29 % y duplicó el número de relaciones sexuales satisfactorias en las pacientes testadas.
Es la tercera vez que Sprout pide autorización, y de conseguirla, su producto sería el primero en su tipo que se prescriba en Estados Unidos para tratar desórdenes de baja actividad sexual femenina o falta de deseo sexual. En Estados Unidos hay más de una docena de drogas para distinto tipo de disfunciones sexuales, pero la mayoría está destinada a los hombres.
Las estadísticas demuestran que la mitad de las mujeres del país reportan tener algún tipo de insatisfacción sexual. Por otra parte, hay pacientes, médicos y activistas que denuncian que se está ante un "desequilibrio sexista".
Pero en realidad la FDA basa su desaprobación de esta droga en las evidencias, y en su momento adujo que faltaba evidencia médica y había pocas garantías de su seguridad, ya que podría tener efectos secundarios de origen cardiovascular y cancerígeno.
¿Cómo actùa la flibanserina?
El fármaco diseñado para las mujeres no aumenta el flujo sanguíneo a la zona genital como ocurre con el Viagra en los hombres, sino que busca estimular dos componentes químicos considerados factores de excitación sexual en el cerebro, la dopamina y la norepinefrina; y reducir un tercero, la serotonina, que contribuye a su disminución.
El laboratorio declara que según estudios realizados a 1,100 pacientes de una edad promedio de 36 años, el suministro de esta droga durante 24 semanas, combinado con el uso de placebo, demostró un aumento del 53% en el deseo sexual femenino y duplicó el número de relaciones sexuales. Pero durante su consumo algunas voluntarias presentaron somnolencia, mareos y náuseas.
"Los hombres tienen un buen número de opciones para la disfunción sexual, pero no tenemos una para las mujeres”, explicó Cindy Whitehead, consejera delegada de la farmacéutica en un comunicado. Por eso es de esperar que si llega la autorización, haya una mayor cantidad de sonrisas.