Las siguientes recomendaciones te ayudarán en esta etapa de inicio:
1. Uno a la vez.Cambia un alimento o un hábito que no sea saludable por uno que sí lo sea.
2. Lee las etiquetas.Elige alimentos que contengan poca grasa, calorías y sal y evita los que están fritos, los pasteles y los dulces.
3. Desayuna.Puedes desayunar leche con cereal; fruta, leche y pan tostado o yogur con fruta y granola.
4. Para el almuerzo.Aprovecha la hora del almuerzo para realizar alguna actividad física como caminar al restaurante o a la tienda.
5. Ahorra 100 calorías al día. Disminuye 100 calorías de tu sándwich usando rebanadas de tomate, pimientos, lechuga y mostaza en vez de mayonesa.
6. Usa menos grasa. Mide la grasa con la que cocinas. Emplea una cuchara y marca el envase con la fecha con la que lo empiezas a usar para saber cuánto tiempo te dura. Cocina tus alimentos asados, al horno, al vapor o a la parrilla y evita lo más que puedas los platillos fritos.
7. Más nutrientes.Para cocinar las verduras utiliza la menor cantidad posible de agua ya que disuelve ciertas vitaminas y minerales.
8. El equilibrio es la clave. Si comes un alimento con mucha grasa como una pizza, elige alimentos bajos en grasa en las siguientes comidas.
9. Come porciones pequeñas.Trata de que las porciones de carne, pollo, pescado y queso que comas sean de 90 gramos o no más grandes que un paquete de naipes.
10. Carne magra. Selecciona cortes de carne con poca grasa. Si es carne molida selecciona carne selecta de sirlón, evita carne molida popular. También trata de quitar la grasa visible de la carne o pescado y elige quesos bajos en grasa.
Los siguientes links te ayudarán a guiarte dentro de tu plan: