Dorrie e Ivy Owen nacieron en Liverpool durante la Primera Guerra Mundial, el 16 de abril de 1915. Y acaban de festejar sus 100 años en el hogar donde viven en Devon, rodeadas de amigos y familiares.
Estas mellizas idénticas se casaron en junio de 1940 con una semana de diferencia y con dos hombres llamados Ronnie: Dorrie se convirtió en la señora Kempsell e Ivy en la señora Peck. Pero solo vivieron separadas durante 6 años, ya que Dorrie enviudó y se mudó a la casa de su hermana.
Estar mucho al aire libre y estar interesadas por todo fue su secreto para tener una vida tan longeva. Ivy explica que siempre fueron muy activas y cuando eran más jóvenes andaban en bicicleta. Las hermanas coinciden en todo, solo las separa el fútbol, ya que Dorrie es fanática del Everton Football Club y el club de los amores de Ivy siempre fue el Liverpool.
Al cumplir los 100 años recibieron la clásica tarjeta de felicitación de la reina, que ambas encontraron “encantadora”. Para todo aquél que lo solicite tres semanas antes del centenario, Isabel II le manda un saludo en ingles o en galés, según elija. También se lo puede hacer a los 105, y de ahí en adelante cada año. Solo hace falta remitir una fotocopia del acta de nacimiento y si no se la tuviera, el Departamento de Trabajo y Pensiones verifica la información o visita al interesado.
El secreto de la longevidad
Un estudio sobre personas centenarias de la Universidad de Georgia reveló que en Estados Unidos hay 50,500 de 100 años o más, y se estima que en 2050 llegarán a ser unos 800,000. Actualmente la expectativa de vida es de 77,8 años, y las mujeres son más longevas en todo el mundo.
La investigación reveló que la actitud positiva y la prevención son clave para vivir más, y a su vez el Instituto Nacional del Envejecimiento determinó que hacer ejercicio, estar con la familia, nietos y gente joven ayuda a prolongar la salud. En algunas personas, la fe tiene un papel fundamental ya que les ayuda a enfrentar las crisis y el estrés.
Otro factor fundamental para prolongar la vida es la nutrición. Antes de morir en 2005, la holandesa Hendrikje van Andel-Shipper donó su cuerpo a la ciencia. Tenía 115 años y estaba completamente sana. Investigadores del VU University Medical Center de Amsterdam, en Holanda, estiman que una adecuada alimentación, como la que mantuvo la donante, ayudó a hacer más eficaz la división celular, y con ello, alargar su vida.