A menudo escuchamos sobre los beneficios de llevar una vida saludable. Pero, ¿cómo te deshaces de malos hábitos o pones en práctica nuevos hábitos saludables?
Sé que es difícil. Pero también sé que en nuestra comunidad hispana contamos con dos poderosas fortalezas que nos permitirán hacer del bienestar una parte fundamental de nuestro estilo de vida. Estas grandes fortalezas son la familia y la tradición.
Es esencial que encontremos maneras de fomentar estilos de vida sanos porque nuestra comunidad sufre de ciertos problemas de salud que, si abordamos con éxito, no solo lograremos mejorar nuestra propia salud, también estaremos ayudando a nuestros hijos y nietos.
Primero, las buenas noticias. Los hispanos tenemos una expectativa de vida más larga que otros grupos de la población y nos va mejor en relación con algunos indicadores de salud (una tasa de cáncer un poco más baja, por ejemplo). Pero no todas las noticias son buenas. Sufrimos demasiado de diabetes, obesidad e hipertensión arterial mal controlada.
Estos son problemas serios de salud y no voy a fingir que hay respuestas sencillas. Las barreras del idioma, los ingresos bajos y la falta de acceso al cuidado de la salud pueden empeorar estos problemas.
Aun así, hay ciertas cosas que podemos hacer para ayudarnos a nosotros mismos.
Por ejemplo, es importante ser un consumidor inteligente cuando se trata del cuidado de la salud. Asegúrate de hacerte los chequeos y las pruebas que necesitas. No tengas miedo de hacerle preguntas a tu médico. Si se te hace difícil comunicarte con tu médico, lleva contigo a alguien que pueda ayudarte.
Llevar un estilo de vida sano no solo se trata de ir al médico. Se trata de las decisiones personales, como los alimentos que traemos a nuestros hogares y cómo los preparamos. Muchos de nosotros optamos por comer frutas frescas, vegetales, frijoles y granos en abundancia. Sin embargo muchos otros consumimos demasiadas grasas saturadas y colesterol, lo que aumenta el riesgo de padecer de una gran cantidad de problemas.
Empezar por las reuniones familiares
Si te ves reflejado en el segundo grupo, quizás puedes comenzar una nueva tradición de comidas saludables. Todos disfrutamos de las grandes reuniones familiares. Pero, ¿por qué no cocinar un delicioso pollo horneado en vez de pollo frito?
Hagamos de las comidas saludables una tradición, e incluyamos a toda la familia.
Recuerda: cuando sirves comida saludable, no solamente te ayudas a ti, sino también a todos en la mesa. Y, por supuesto, una comida no es suficiente. Así que sé creativo.
Y, ¿quién dijo que el ejercicio es algo que tienes que hacer tú solo? ¿Por qué no considerar el ejercicio como un tiempo en familia?
Sé que he generalizado un poco en cuanto a nuestra diversa comunidad hispana. Los estilos de vida personales varían enormemente. Pero no podemos negar que muchos hemos adquirido hábitos en Estados Unidos que nuestros padres o abuelos no tenían en sus países; como comer demasiada comida rápida o sentarse durante horas frente al televisor.
Nuestra comunidad tiende a ser más joven que las demás. Eso significa que el ejemplo de los adultos que practican hábitos saludables puede tener un tremendo impacto, y millones de jóvenes cosecharían los beneficios.
Salud, dinero y amor
¿Qué podría ser más importante?
Las dietas saludables y el ejercicio regular respaldan lo que más deseamos: vidas activas, gratificantes y repletas de nuevas experiencias, y la oportunidad de crecer. Y, por supuesto, la buena salud hace posible que continuemos trabajando, yendo a la escuela, aportando a la comunidad y divirtiéndonos con nuestras amistades y seres queridos.
Las dietas saludables y el ejercicio regular son la base de la vida gratificante que te mereces: una vida de salud, dinero y amor.
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