Acompañar tus platillos con trufas negras o portobellos puede resultar una experiencia culinaria deliciosa, pero la utilidad de los hongos va mucho más allá de nutrirnos o complacer al paladar. Nuestra salud se puede beneficiar de estos microorganismos, especialmente de un tipo conocido como “zombie”.
Se estima que hay unos 3.8 millones de especies de hongos en todo el mundo y solo se han descubierto 144,000 de ellas, según un informe llevado a cabo por el Royal Botanical Gardens, en el Reino Unido. Cada año se descubren más de estas especies, algunas se encuentran a simple vista, mientras que otras requieren de exámenes de ADN para detectarlas porque son microscópicas.
Tom Prescott, quien lidera las investigaciones del instituto británico, explicó a CNN que uno de los usos más importantes de los hongos es la fabricación de medicamentos. El Lovastatin, un conocido medicamento para reducir el colesterol, es producido por el hongo Aspergillus terreus, hay una vacuna contra la hepatitis B que se fabrica con levadura y no olvidemos a la penicilina, creada a partir del Penicillum notatum. En ese sentido, los hongos “zombies” son clave.
Los hongos “zombies” son aquellos que, una vez que invaden un cuerpo, son capaces de tomar el control de éste, como si fueran titiriteros manejando una marioneta, es decir, transforman a su víctima en una suerte de zombie. Un caso común es que controlen el cuerpo y el comportamiento de un insecto, haciéndolo realizar tareas que son ventajosas para el mismo hongo, mientras que este se mantiene vivo. Algunos científicos también los han llamado “manipuladores de cerebros”.
"Es crucial que el hongo no mate al insecto inicialmente, lo mantiene vivo, por eso produce un químico inmunosupresor", explicó Prescott. Esta sustancia química se denomina myriocin y también suprime el sistema inmunológico humano.
Esta cualidad se ha aprovechado en la industria farmacéutica. Para tratar la esclerosis múltiple, que es una afección autoinmune, hay una droga que se deriva del hongo "zombie" Isaria sinclairii, llamada fingolimod.
"Sorprendentemente, se comparte mucha bioquímica fundamental e incluso inmunología, entre insectos y humanos", dijo el experto. Los hongos también son útiles para convertir un producto químico en otro, como en la producción de tabletas de vitamina B, procedimiento en el cual estos organismos son una opción efectiva y muy rentable.
En 2011 un grupo de investigadores de Brasil, Reino Unido y Estados Unidos descubrió cuatro especies diferentes de hongos “zombie" en la selva brasileña que se apoderaron de los cerebros de las hormigas y las obligaron a trasladarse a un lugar ideal para ellos, antes de matarlas. Aquellos hallazgos fueron publicados en la revista Plos ONE.
"Este llamado hongo "zombie" o que manipula el cerebro altera el comportamiento de la hormiga huésped, causando que muera en una posición expuesta, generalmente aferrándose y mordiendo la superficie adaxial de las hojas de arbusto", escribieron los autores que, además, creen que hay potencialmente miles de organismos de este tipo en bosques tropicales que no han sido descubiertos.
Se sabe que los hongos tienen una gran cantidad de aplicaciones que pueden beneficiar a la humanidad, y van desde la producción de alimentos y medicinas, hasta biocombustibles, detergentes para lavar e incluso juguetes como el lego. Los usos del tipo "zombie" se siguen investigando, mientras tanto, los investigadores del Reino Unido continúan buscando más de estas especies.
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