Enojo e irritabilidad persistente en niños, ¿síntomas de algo más serio?

Un nuevo estudio analizó el rol de la terapia conductista en el manejo de los estados persistentes de enojo e irritabilidad en niños y adolescentes, que son, como dicen los investigadores, mucho más que un estado de ira pasajero. Si estos estallidos son continuos y van creciendo en intensidad, se pueden considerar clínicamente incapacitantes.

La irritabilidad clínica altera la vida diaria de un niño y, si no se diagnostica y trata, puede continuar causando problemas en la adultez. Aunque este tipo de enojo extremo es una de las principales razones por la que los padres o cuidadores buscan atención psiquiátrica para el menor, está poco estudiado en comparación con otros trastornos de salud mental infantiles.

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Puntos clave

  • Todos los niños se sienten enojados o irritables en ocasiones. Pero la irritabilidad persistente puede ser un trastorno más serio, que puede causar problemas a largo plazo en la adultez si no se diagnostica y no se trata.

También faltan tratamientos basados en evidencia para la irritabilidad clínica, indica el nuevo trabajo de investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de Estados Unidos.

Los investigadores utilizaron con éxito la terapia cognitivo-conductual basada en la exposición (CBT) para tratar la irritabilidad grave en niños. 

Este prometedor avance subraya la importancia de intervenciones personalizadas no farmacológicas en esta área de la psiquiatría infantil.

Este estudio se centró en la irritabilidad grave y discapacitante, y los estallidos de enojo, en los jóvenes. Todos los niños se sienten enojados o irritables en ocasiones. Pero la irritabilidad grave es más seria y puede causar problemas en casa, en las actividades de la escuela y con amigos.

La ira y sus estallidos son parte de muchos trastornos mentales, pero son síntomas centrales del trastorno disruptivo del estado de ánimo (DMDD). El DMDD se diagnostica en niños y adolescentes que muestran irritabilidad continua, enojo frecuente y estallidos de temperamento intensos. Sus síntomas más comunes son:

  • Arrebatos de mal genio (verbales o conductuales), en promedio, tres o más veces por semana
  • Arrebatos y rabietas que han estado ocurriendo regularmente durante al menos 12 meses.
  • Estado de ánimo que muestra un enojo constante, la mayor parte del día, casi todos los días.
  • Problemas para funcionar debido a la irritabilidad en más de un lugar, como en casa, en la escuela o con los compañeros.

Los síntomas del DMDD son graves y requieren tratamiento. Los niños con este alto nivel de irritabilidad se enojan a menudo y de manera desproporcionada con la situación y su edad. Cuando están enojados, muestran estallidos de temperamento, generalmente con alta actividad motora y agresión verbal o física.

¿Cómo trataron los investigadores la irritabilidad grave en niños? Los investigadores probaron un tratamiento novedoso para la irritabilidad, desarrollado en laboratorio y altamente efectivo para la ansiedad: la terapia de exposición. En este estudio piloto, los científicos examinaron la efectividad, aceptabilidad y viabilidad de esta terapia para el tratamiento de la irritabilidad grave.

La investigación se realizó con 40 niños de entre 8 y 17 años que tenían al menos uno de los siguientes síntomas: estado de ánimo crónicamente irritable o estallidos de temperamento graves.

Todos los niños participaron de 12 sesiones de terapia basada en la exposición, algunas solos y otras con sus padres.

La parte dedicada al paciente se centró en aumentar la tolerancia a la frustración. Los terapeutas expusieron cuidadosamente a los niños a situaciones que provocan enojo, avanzando de manera gradual en una jerarquía específica para ese niño.

Algunos ejemplos podrían ser quitarles un objeto preferido (por ejemplo, apagar un videojuego o sacarle un iPad) o comenzar una actividad desagradable (por ejemplo, cepillarse los dientes o hacer la tarea). 

Los investigadores trabajaron con el niño para aprender a tolerar y responder de forma constructiva a sus sentimientos sin un estallido de ira.

 La parte dedicada a los padres se centró en habilidades de manejo parental. Se enseñó a los padres a ignorar activamente los estallidos de ira de sus hijos para dejar de reforzar esos comportamientos. En cambio, aprendieron a enfocarse y recompensar consistentemente los comportamientos positivos. Los niños fueron asignados al azar para ser observados durante 2, 4 o 6 semanas antes de comenzar el tratamiento.

Los observadores clínicos desconocían cuándo comenzaba el tratamiento activo. Este período de observación permitió a los investigadores confirmar que los síntomas cambiaban solo después de que comenzara el tratamiento y no fueron explicados por las expectativas del clínico sobre el tratamiento.

Clínicos, niños y sus padres calificaron los síntomas de irritabilidad del niño y su funcionamiento general durante el período de observación, durante el tratamiento y 3 y 6 meses después del tratamiento. 

También se evaluaron los síntomas de depresión, ansiedad y TDAH para comparación. La aceptabilidad, viabilidad y seguridad de la terapia se determinaron mediante tasas de deserción del estudio y eventos adversos.

¿Ayudó el tratamiento de CBT basado en la exposición a los niños con irritabilidad grave? Los síntomas de irritabilidad disminuyeron significativamente durante el tratamiento según los informes de clínicos, niños y padres. También mejoró el funcionamiento general: hacia el final del tratamiento, el 65% de los niños mostraron una mejora significativa o se recuperaron. 

Los síntomas no reaparecieron después que terminara el tratamiento y, de hecho, las mejoras obtenidas a través de esta terapia se mantuvieron en los seguimientos de 3 y 6 meses.

Ninguna familia abandonó el estudio una vez que comenzó el tratamiento, lo que sugiere que la terapia de exposición fue aceptable y viable. Del mismo modo, no se informaron eventos adversos, lo que respalda la seguridad de usar la terapia de exposición con niños.

Los investigadores planean probar y refinar la terapia de exposición en ensayos clínicos más grandes y controlados para avanzar en el tratamiento para niños con irritabilidad grave y sus familias.

Esta historia se produjo utilizando contenido de estudios o informes originales, y de otras investigaciones médicas y fuentes de salud, y salud pública, destacadas en enlaces relacionados a lo largo del artículo.