Calcio y vitamina D para la osteoporosis: una nueva revisión sobre el valor de estos suplementos

Es una discusión de larga data en la comunidad científica, que ahora está más vigente que nunca con una población cada vez mayor, el grupo demográfico más afectado por la osteoporosis: cuál es la real dimensión de la suplementación con calcio y vitamina D en la prevención y el tratamiento de esta afección ósea; y si su consumo presenta riesgos adicionales para la salud.

Recientes meta-análisis compilan información y arrojan luz sobre el debate. La suplementación óptima con calcio y vitamina D para la salud esquelética es incierta, indican investigaciones. Muchos adultos que reciben una cantidad adecuada de estos dos nutrientes a través de la dieta y de la exposición al sol no necesitan tomar ningún suplemento. Pero, a pesar de esas opciones naturales, los números de la osteoporosis revelan la urgencia de terapias eficaces ya que se trata de una crisis de salud pública global.

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Puntos clave

  • La osteoporosis está en aumento, a medida que aumenta la población mayor.
  • A nivel mundial, en promedio, el 43% de las mujeres se quiebran un hueso tras una pequeña caída o golpe después de los 50 años.
  • Se estima que los latinoamericanos sufrirán 655.648 fracturas de cadera en 2050.

A nivel mundial, en promedio, el 43% de las mujeres se quiebran un hueso tras una pequeña caída o golpe después de los 50 años, lo que revela una conformación frágil y un potencial diagnóstico. El porcentaje es más alto en Japón (73,3%) y el Reino Unido (60,9%), y más bajo en Brasil (21,6%).

En los Estados Unidos, se estima que 10 millones de personas de 50 años o más tienen osteoporosis. La mayoría son mujeres, pero afecta a cerca de 2 millones de hombres. Alrededor de 43 millones de personas más, incluidos 16 millones de hombres, tienen una masa ósea baja, lo que los pone en mayor riesgo de desarrollar la afección.

Estadísticas en Latinoamérica

Se estima que los latinoamericanos sufrirán 655.648 fracturas de cadera en 2050, con un costo directo estimado de $13.000 millones de dólares en atención médica y rehabilitación. Las tasas de mortalidad en el año siguiente a una fractura de cadera son del 23-30% y son más altas en hombres que en mujeres.

Además:

  • Se ha informado que la prevalencia de osteopenia vertebral en mujeres de 50 años o más es de 45,5 a 49,7% y de osteoporosis vertebral de 12,1 a 17,6 %; mientras que la prevalencia de osteopenia del cuello femoral se ha informado entre el 46 y el 57,2 % y la osteoporosis del cuello femoral entre el 7,9 y el 22%.
  • El Estudio Latinoamericano de Osteoporosis Vertebral (LAVOS), realizado en cuatro países, Argentina, Brasil, Colombia, México y en el estado asociado libre de Puerto Rico, mostró que la prevalencia de fracturas vertebrales en mujeres mayores de 50 años es de alrededor del 15%, y el 7% ocurrió entre los 50 y 60 años, aumentando al 28% para las mayores de 80.
  • En México, en 2010, la prevalencia de osteopenia y osteoporosis fue de 32,8 y 8%, respectivamente. Ese año se produjeron un total de 75.763 fracturas por fragilidad.

En la carrera por prevenir la osteoporosis se han desarrollado al menos siete medicamentos para ralentizar la pérdida de masa ósea, todos con una serie de efectos secundarios para considerar y limitaciones sobre quiénes pueden utilizarlos.

El consumo de suplementos de vitamina D y calcio sigue siendo la alternativa no farmacológica que generalmente se sugiere como parte del tratamiento de la osteoporosis, incluso para personas mayores que ya están tomando medicamentos para esta afección.

Ingesta de vitamina D y calcio, y riesgos

Las bajas concentraciones de vitamina D se asocian con una absorción deficiente de calcio, un equilibrio negativo del mismo, y un aumento compensatorio de la hormona paratiroidea (PTH), que justamente controla el nivel de calcio en la sangre. Este desequilibrio puede afectar no solo la salud ósea, sino otros mecanismos.

La sugerencia en la etapa postmenopáusica es una dosis de 1.200 mg de calcio y 800 unidades internacionales (UI) o 20mg de vitamina D diarios. No se ha establecido una dosis preferencial en la etapa premenopáusica. En el caso de los hombres, se recomienda 1.000 mg de calcio y 600 UI de vitamina D al día.

No se recomiendan altas dosis anuales de 500.000 UI, ni tampoco dosis diarias que superen los 2.000 mg diarios de calcio y las 4.000 UI de vitamina D.

Expertos sugieren combinar una dieta rica en productos que contengan estos nutrientes como los lácteos y la leche fortificada, con los suplementos.

Todavía se está determinando el impacto de estos nutrientes en la salud cardiovascular (en especial el infarto de miocardio) y renal, especialmente si se exceden las dosis recomendadas, y su interacción con otras afecciones, entre ellas:

  • La nefrolitiasis, o cálculos renales
  • La insuficiencia renal

El estudio de largo plazo Women's Health Initiative (WHI) informó un mayor riesgo de enfermedad renal y cálculos renales en mujeres post menopáusicas que recibieron suplementos de calcio y vitamina D, en comparación con el grupo que tomó un placebo.

Además de su papel en la homeostasis del calcio y los huesos, la vitamina D podría potencialmente regular muchas otras funciones celulares. Sin embargo, no hay datos suficientes para confirmar una relación causal.

En cuanto a la prevención de la osteoporosis, la determinación del riesgo de fractura a través de la utilización de herramientas de cálculo de riesgo (FRAX), que puede estimar la probabilidad a 10 años de sufrir una fractura a causa de la porosidad de los huesos frágiles o una fractura de cadera (utilizando datos epidemiológicos locales y de paciente como edad, índice de masa corporal y otros siete factores clínicos) es una estrategia de gran utilidad para el enfoque terapéutico de cada paciente.

Esta historia se produjo utilizando contenido de estudios o informes originales, y de otras investigaciones médicas y fuentes de salud, y salud pública, destacadas en enlaces relacionados a lo largo del artículo.