En 2013, se reportó que un producto químico llamado cannabidiol (CBD) había reducido las convulsiones de una niña de 6 años de niveles cercanos a la muerte a casi cero. Esto causó que pacientes desesperados buscaran frenéticamente este tratamiento en todas partes.
Según varios medios de comunicación, Charlotte Figi sufría 300 ataques epilépticos por semana y había perdido la capacidad de caminar, hablar y comer. La medicación existente para la epilepsia no le había funcionado. Pero el CBD, un componente del cannabis que no desencadena la característica intoxicante de la planta, redujo sus episodios a unos pocos por mes y, como sus padres les dijeron a los periodistas, marcó el comienzo de una recuperación cognitiva completa.
Según la mayoría de las estimaciones, los medicamentos anticonvulsivos que existen no le sirven a alrededor de un tercio de todos los pacientes, ya sea porque los medicamentos no detienen las convulsiones o porque los efectos secundarios son demasiado graves. A medida que se fue conociendo la historia de Figi, las familias con seres queridos con este tipo de epilepsia (que pueden ser desde muy debilitante hasta potencialmente mortal) comenzaron a mudarse de estados donde el CBD no podía obtenerse legalmente a los estados donde sí es posible. Al menos algunos de ellos informaron haber obtenido respuestas similarmente milagrosas.
Así que, cuando dimos a conocer a principios de este mes que un nuevo informe de la Academia Nacional de Ciencias, el análisis más profundo de la investigación sobre la marihuana hasta la fecha, concluyó que no había pruebas suficientes para decir que el aceite de cannabis podría realmente tratar la epilepsia, algunas personas se sorprendieron:
¿Cómo llegó el panel a tal conclusión? ¿No es el caso de Figi, y otros similares, prueba suficiente de que el aceite de cannabis puede funcionar para pacientes con epilepsia a los que otros tratamientos no les han ayudado?
Dado que los lectores preguntaron, y porque esta conclusión en particular (una de casi 100 que la academia extrajo de su revisión científica) es una buena perspectiva de los informes y debates generales sobre la marihuana medicinal, decidimos echar un vistazo más de cerca.
Evidencia que el Panel Consideró
Los revisores restringieron su evaluación a estudios que involucraron humanos y excluyeron cualquier evidencia de estudios realizados en animales. Esa decisión se basó en razones científicas sólidas (los estudios en animales o "preclínicos" pueden brindar pistas importantes sobre cómo se comportaría un producto químico, pero no si serían seguros o efectivos para los humanos). Pero, limitar los estudios de esta manera dejó a los revisores con poco de dónde elegir.
Hubo solo 3 estudios clínicos en los que los médicos trataron a los pacientes con CBD y midieron si en efecto y hasta qué punto se reducían las convulsiones de esos pacientes. El mayor de esos estudios incluyó un total de 162 pacientes, tratados con un extracto de un 99% de aceite de CBD durante 12 semanas, el cual encontró que el CBD funcionaba tan bien como los medicamentos antiepilépticos existentes en pacientes resistentes al tratamiento.
El CBD redujo las convulsiones en un promedio mensual de 36.5%; solo 5 pacientes vieron desaparecer por completo sus episodios motores durante el período de estudio, y solo en 2 pacientes cesaron por completo las convulsiones.
¿Por qué la evidencia es insuficiente?
Por 3 razones principalmente:
Primero, simplemente no hubo suficiente evidencia de ese tipo. Los medicamentos aprobados por la FDA en términos generales se consideran eficaces o no en base a ensayos clínicos a gran escala que estudian a cientos o miles de pacientes durante varios años. Estos estudios dieron seguimiento a solo unos pocos cientos de pacientes en total, y solo por unos pocos meses.
La segunda razón es que los estudios en cuestión no incluyeron controles con placebo. Lo cual significa que, todos los participantes del estudio recibieron CBD real, y sabían que se las estaban dando. Otra investigación encontró que el efecto placebo puede ser especialmente fuerte cuando se trata de marihuana. En un estudio, los pacientes de familias que se mudaron a Colorado para recibir tratamiento con aceite de cannabis tuvieron el doble de probabilidades de informar una reducción substancial de sus convulsiones que los pacientes que ya vivían en dicho estado.
La tercera razón principal por la cual los estudios se consideraron insuficientes tiene que ver con las interacciones entre medicamentos. La mayoría de los pacientes en los estudios a los que hacemos referencia tomaban otros medicamentos contra la epilepsia, como clobazam y valproato, y resulta que el CBD es muy bueno para bloquear las enzimas hepáticas que normalmente descomponen esos otros medicamentos. Esta interacción entre medicamentos hace imposible decir si la menor incidencia de convulsiones que se observó en los participantes del estudio se debió exclusivamente al CBD o simplemente a que esos otros medicamentos permanecieron en el sistema durante períodos más largos.
Qué deben hacer las personas que padecen de convulsiones
La buena noticia es que se están llevando a cabo ensayos clínicos aleatorios de mayor calidad que examinan la efectividad del aceite de CBD para la epilepsia (algunos incluso ya se han completado), y los resultados podrían publicarse este año.
Mientras tanto, hay algunas cosas que debes tener en cuenta si tú o tu hijo padecen convulsiones de difícil cura y has considerado probar aceite de cannabis.
Lo primero es que, como hemos escrito antes, los productos de marihuana medicinal (o cannabis) no están sujetos a las mismas regulaciones que los medicamentos aprobados por la FDA. Incluso los artículos que se venden a través de un dispensario o un servicio de pedido por correo pueden tener etiquetas erróneas o estar contaminados.
Segundo, como se señaló anteriormente, incluso con fallas en el diseño que podrían haber hecho que el CBD pareciera más efectivo de lo que realmente es, los estudios disponibles encontraron que, para la mayoría de los pacientes, el medicamento no funcionó de mejor manera que los medicamentos antiepilépticos existentes en pacientes resistentes al tratamiento. Lo cual significa que, redujo las convulsiones en solo una pequeña cantidad en la mayoría de los pacientes.
Lo tercero que debes tomar en cuenta es la evidencia que se tiene sobre los efectos secundarios: en el estudio más completo, el 79% de los participantes informaron eventos adversos del aceite de cannabis, incluidas la diarrea y la fatiga, pero solo el 3% de ellos abandonaron el estudio. Esa tasa de eventos adversos no es pequeña, de acuerdo con una carta en la revista Lancet Neurology, es más alta que la tasa de efectos secundarios para otros medicamentos antiepilépticos. Pero según la mayoría de los expertos, la baja tasa de abandono sugiere que el aceite de cannabis es seguro, al menos para su uso a corto plazo.
Para el uso a largo plazo, hay algunas causas de preocupación, particularmente, que los estudios sugieren que el consumo prolongado o crónico de cannabis puede causar daño duradero al cerebro en desarrollo y existe la posibilidad de que esos daños sean tan pronunciados para el CBD como lo son para las formas tradicionales del medicamento.
Aun así, la epilepsia resistente al tratamiento es una condición debilitante que puede impedir drásticamente la calidad de vida de una persona. En algunos casos graves, incluso pueden poner en riesgo la vida.
Así que, teniendo en cuenta estas advertencias, la conclusión es la siguiente: si vives en un lugar donde puedes obtener CBD legalmente, padeces convulsiones de difícil cura y todas las demás terapias aprobadas te han fallado, es posible que quieras probar el cannabis. Pero solo deberías hacerlo bajo la supervisión de tu médico de cabecera.
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