“Comenzó como un pequeño dolor en mi espalda y yo pensé que era mi mala postura, pero se hacía cada vez peor. Yo estaba con un dolor increíble y nada iba a funcionar. Sinceramente, pensé que iba a morir, el dolor era peor que el parto”, narró al diario Daily Mail.
Gilchrist fue internada inicialmente (febrero del 2014) en un hospital de Warwick en Queensland, Australia, sin embargo, su estado ya era tan grave que tuvieron que trasladarla de emergencia al Hospital Princesa Alexandra en Brisbane. Ahí le informaron que tenía una grave infección a causa del estafilococo. La bacteria había invadido su columna vertebral y por eso había perdido la sensibilidad en buena parte de su cuerpo, además del control de su vejiga e intestino.
El SARM (MRSA en inglés) son las siglas en español para las infecciones por estafilococo aureus resistente a la meticiclina. La mayoría de la gente tiene bacterias de este género viviendo sobre la piel o dentro de la nariz sin que les provoquen problema alguno. Suele contraerse en hospitales, pero también se propaga por infecciones de la piel como foliculitis, forúnculos, impétigo y celulitis.
El estafilococo puede ingresar a través de una ruptura en la piel, como cortaduras, raspaduras o granos. Una vez que entra en el cuerpo, puede propagarse a los huesos, las articulaciones, la sangre o cualquier órgano, como los pulmones, el corazón o el cerebro. Las infecciones graves por estafilococos son más comunes en personas con un sistema inmunitario debilitado.
“Mi amiga tenía una infección por estafilococo en su cara y yo estaba usando su cepillo justo antes”, dijo Gilchrist.
"No tenía ni idea de que esto podía suceder. Solía compartir cosas con mis amigas todo el tiempo. Mi mejor amiga se siente muy mal al respecto, pero no es su culpa en absoluto. Mi sistema inmunológico estaba bajo y fue el caldo de cultivo perfecto para las bacterias”, añadió.
“Fui afortunada de que la infección recayera en el canal medular, si hubiera sido en mi cerebro hubiera muerto”, comentó.
Joelene sigue luchando contra la infección y no pierde las esperanzas de volver a caminar y cuidar a su hijo Tommy. Con mucho esfuerzo y trabajo duro ha logrado pequeños pero impresionantes progresos, mismos que ha compartido en un video en su cuenta en la red social de Facebook.
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