Los resultados de la encuesta revelaron que el 79% de los entrevistados consume refresco u otras bebidas azucaradas embotelladas, de ellos 26% lo hace diario y un 12% de 5 a 6 días a la semana; 9 de cada 10 niños (entre 6 y 16 años) son inducidos al consumo por sus padres y 16% de ellos beben refresco todo los días.
El estudio detectó que entre las personas a las que se midió su Índice de Masa Corporal (IMC) y tienen sobrepeso u obesidad, el consumo diario es de 29% y 39%, respectivamente.
Puntos clave
Al ser cuestionados sobre qué tan de acuerdo o en desacuerdo estaría con que se ponga un impuesto al refresco, el 70% se manifestó a favor de la propuesta; el 29% consideró que los recursos de este impuesto deben ser destinados a campañas de orientación alimentaria y un 27% a la creación de un fondo destinado a la prevención de la diabetes.
A pregunta expresa sobre si estarían de acuerdo en que el dinero recolectado con el impuesto al refresco estuviera destinado exclusivamente a la instalación de bebederos de agua potable en escuelas y espacios públicos, el 71% de los entrevistados apoyaría la iniciativa.
En tanto, el 33% consideró que para que existiera una disminución en el consumo de refresco tendría que haber un aumento en el costo del producto de entre $1 y $5 pesos; 21% que debe subir de $6 a $10 pesos. De aprobarse un impuesto al refresco el 38% afirmó que reduciría su consumo y el 33% que dejaría de tomarlo.
El impuesto al refresco recibió 46% de apoyo comparado con otros posibles impuestos como el que se ha propuesto para los medicamentos y alimentos.
Al presentar los resultados del trabajo, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, señaló que esta es una de varias medidas necesarias para combatir el sobrepeso y obesidad que afectan a 70% de los mexicanos. Indicó que si se considera que en el país se consumen 163 litros por persona al año, con un impuesto de 20 por ciento al precio del refresco el consumo podría reducirse entre 121 y 130 litros.
El directivo planteó que con la aplicación de un impuesto de 20 por ciento se podrían generar más de 20 mil millones de pesos, y con poco más de dos mil millones de pesos se pueden instalar bebederos de agua en todas las escuelas de educación básica del país.
Otras cifras sobre el consumo de refresco
De acuerdo con un estudio realizado por Euromonitor International, los argentinos encabezan la lista de los países consumidores de refresco con 131 litros por habitante, seguido por los chilenos con 121 litros y los mexicanos en tercera posición con alrededor de 119 litros.
Según cifras de la Secretaría de Economía (SE) y del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI); el consumo per cápita de sodas de los mexicanos es de 163 litros al año, lo que equivale a poco menos de medio litro al día.
Por su parte, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) reveló que los refrescos son el tercer producto de mayor gasto en los hogares mexicanos, solo debajo de las tortillas y la leche. En cada uno de los 17 millones 700,000 hogares, se gastan trimestralmente, en promedio, 519 pesos en gaseosas, lo que representa un gasto del 4.04% en alimentos y bebidas.
De acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), se estima que la probabilidad de que un niño sea obeso aumenta hasta en 60% por cada porción de refresco de 227 ml. que consume al día, al mismo tiempo que aumenta las probabilidades de padecer diabetes y otras enfermedades relacionadas con el sobrepeso.
En tanto, los adultos que consumen refrescos de manera ocasional, son 15% más propensos a padecer sobrepeso y obesidad, cifra que aumenta a 27% si el consumo es de una o más porciones al día.