Es sabido que el ambiente influye en la alimentación de las personas, al igual que la presentación de los alimentos, la temperatura y la compañía a la hora de comer.
Según un estudio realizado en la Universidad de Cornell en Nueva York, la cantidad de comida que comes parece estar relacionada con el tamaño de los utensilios que usas. Los investigadores encontraron una relación proporcional entre el tamaño de los utensilios para comer y el consumo de alimentos.
Utiliza platos y cubiertos pequeños
En el estudio se invitó a los participantes a una “fiesta de helado” sin darles a conocer las verdaderas intenciones de la reunión. A cada invitado se le dio al azar una taza de 17 ó de 34 onzas, así como una cuchara de 2 ó 3 onzas.
Lo más interesante es que eran personas ligadas a la nutrición y por consiguiente, podían estar más influenciadas a servirse menos cantidad, aun así, pese a sus conocimientos y capacidad de decidir sobre el tamaño de las porciones, las personas quienes recibieron una taza más grande, se sirvieron mucho más helado que aquellos que recibieron una taza más pequeña.
Los investigadores observaron que con sólo aumentar el tamaño de la taza, las personas se servían 31% más helado que aquellos a quienes se les dio una taza de menor tamaño. Por otro lado, encontraron que aquellas personas que recibieron una cuchara más grande, aumentaban el consumo del postre en un 14,5 %.
Este estudio nos muestra la influencia que tiene el tamaño de los utensilios que usamos para comer en nuestro consumo diario y lo difícil que resulta resistirse a la tentación de servirnos más comida si usamos utensilios grandes. La conclusión es que procures utilizar utensilios pequeños en todas tus comidas.
Mide tus porciones
Una porción es la cantidad de alimento que tú te sirves o te comes. Cuando comas, usa medidas caseras como por ejemplo, una taza y una cuchara. Esto te ayudará a visualizar mejor el tamaño de tus porciones.
Evita enfermedades
El tamaño de las porciones ha ido aumentando con el paso del tiempo; los paquetes de galletas, las barras de chocolate, las bolsas de papas fritas y refrescos ahora son más grandes.
Uno de los problemas es que a medida que aumentas tu porción, aumentas tus calorías y esto se traduce en un aumento de peso para ti. Al subir de peso, pones en peligro tu salud, pues se eleva el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y hasta cáncer.
Consejos para alimentarte correctamente
- Evita comer frente al televisor y la computadora o mientras realizas otras actividades, pues desvían tu atención de lo que estás comiendo.
- Come despacio, pues esto ayuda a que tu cerebro envié la orden a tu estómago de que ya está satisfecho.
- Acompaña tus comidas con vegetales y ensaladas, en vez de alimentos grasosos o postres.
- Cuando cocines grandes cantidades de alimentos, congela aquellos que no vas a comer en ese momento, así no caerás en la tentación de servirte más comida con la excusa de que se van a descomponer.
- Evita saltarte las comidas, esto ayudará a controlar la sensación de hambre en la siguiente comida.
- Come refrigerios saludables y bajos en calorías o trata de sustituirlos por frutas.
- Cuando no puedas evitar comer una galleta o chocolate, come sólo una porción, esto evitará que consumas muchas calorías.
- Deja de comer antes de sentirte lleno y si la porción es muy grande, compártela.
- Evita pedir enormes vasos de bebidas, pues tienen muchas más calorías que el tamaño regular, ordena bebidas pequeñas o regulares y de preferencia aquellas libres en calorías.
En resumen recuerda que para mantener tu peso es importante servirte en platos o utensilios pequeños, escoger alimentos saludables y medir el tamaño de tus porciones.