Si se pudiera comprar, mucha más gente tendría un estilo de vida saludable. Pero el estilo de vida es algo que se va sembrando día a día. Por eso, es tan importante empezar cuanto antes, ¡para cosechar los resultados!
- No intentes hacer todos los cambios a la vez. De a poco, opta por preparar comidas más sanas, dejando de lado los ingredientes con mucha grasa o calorías.
- Empieza a moverte. Si siempre subías al auto cada vez que tenías que hacer una compra, ¡cambia y empieza a ir caminando!
- La próxima vez que vayas al mercado, ¡ve luego de almorzar y con una lista de lo que quieres comprar!
- Si tienes mucha vida social, ¡come antes de salir! Así, te ahorrarás unas cuantas calorías.
- Despídete de los excesos. Tomar mucho alcohol o comer de más, además de aportarte muchas calorías, aumentan tu riesgo de sufrir enfermedades. A partir de ahora, si vas a tomar alcohol, toma sólo un vaso. Y si vas a comer una comida poco saludable, ¡limita tus porciones!
- Realízate todos los controles médicos. Para saber en qué estado se encuentra tu salud, es fundamental cumplir con los chequeos de rutina.
- Empieza a dormir 8 horas. Si hasta ahora dormías menos, ¡apaga la TV y duerme! Los estudios científicos más recientes han demostrado que para adelgazar, ¡es necesario dormir!
- Sé un ejemplo para tu familia. En lugar de dar discursos sobre la vida sana, ¡demuestra tu nuevo estilo de vida con tu ejemplo!
- Deja de lado los "autopremios" de comida. Si hasta ahora comías de más cada vez que estabas demasiado feliz o infeliz, ¡ahora reemplaza esta costumbre por otra! Podrías ir al cine o comprarte algún producto de belleza cada vez que quieras mimarte un poco.
- ¡Anticípate! Una de las principales reglas que siguen las personas "saludables" es que siempre están un paso adelante. Entonces: si vas a ir a dar un paseo, ¡ponte calzado y ropa cómoda! Así tendrás más ganas de caminar. Si vas a estar mucho tiempo fuera de tu casa, ¡llévate una fruta o una barra de cereales en el bolso, para que no te sorprenda el hambre!