Todas las decisiones que tomamos respecto a nuestro estilo de vida—alimentación, actividad física, hábitos—tienen un impacto directo sobre nuestra salud y bienestar a corto, mediano y largo plazo. Es por esto que es importante que pienses si estás haciendo las mejores elecciones y que evalúes tu estilo de vida actual.
Un estilo de vida saludable se trata de decisiones adecuadas, balance y actitud positiva.
Una alimentación balanceada es fundamental para mantener una buena salud y prevenir enfermedades, tales como la diabetes, hipertensión arterial, osteoporosis, algunos tipos de cáncer, entre otras. La recomendación de los expertos en Nutrición es mantener una alimentación alta en frutas, vegetales y cereales integrales, así como elegir productos lácteos bajos en grasa y carnes magras. Procura incluir alimentos variados, para que tu cuerpo obtenga todas las vitaminas y minerales que necesita para funcionar bien. Además, es importante que tengas moderación con los alimentos que son altos en grasas y azúcares, tales como las golosinas, bebidas gaseosas y frituras. De ti depende... una decisión a la vez hace la diferencia después.
Por otro lado, es importante que te actives y rompas la monotonía en tu rutina diaria. La recomendación saludable es realizar por lo menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de días de la semana. Una buena noticia es que puedes aumentar tu nivel de actividad física con sólo hacer pequeños cambios, tales como: subir las gradas en lugar de utilizar el ascensor, parquearte un poco más lejos para caminar más, salir a pasear al perro o cortar el césped tú mismo(a), fomentar las caminatas familiares o bien inscribirte en un gimnasio o club. Si no tienes mucho tiempo, puedes completar los 30 minutos diarios en dos o tres sesiones al día.
Lo importante es que recuerdes que establecer un estilo de vida saludable es un proceso… no es algo que ocurra de un día para otro. Sin embargo, ¡no es imposible! Y te sentirás muy bien conforme notes el cambio en ti. La clave es que pienses ante todo en tu salud y que conserves una actitud positiva. Verás cómo un estilo de vida saludable no sólo te beneficiará a ti, sino también a quienes te rodean, pues seguramente los contagiarás de tu vitalidad y energía.
Un estilo de vida saludable te hará ver y sentir mejor, tanto contigo mismo(a) como con los demás. ¡Atrévete al cambio!