El arroz es uno de los granos más consumidos a nivel mundial.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el arroz es el segundo cereal de importancia para la alimentación mundial, después del maíz, y un estudio del International Rice Research Institute (IRRI) informa que es un componente ampliamente utilizado en la gastronomía asiática y por la comunidad hispana de Estados Unidos.
El país es un gran productor de arroz de buena calidad, y la demanda es creciente. Pero al consumir alimentos o platillos a base de arroz -ya sea blanco o integral- todas las personas deben saber que pueden estar expuestas a la toxicidad del arsénico inorgánico, un agente químico que está presente en el medio ambiente y que fue clasificado como cancerígeno para los seres humanos, concluye un estudio de Consumer Reports de 2012.
Sin embargo, los niveles de arsénico que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) encontró en las muestras de arroz que evaluó, fueron demasiado bajos como para causar efectos negativos a corto plazo para la salud.
A pesar de esto, se continúan analizando los índices de arsénico y tanto los expertos de Consumer Reports como la FDA, recomiendan enjuagar el arroz antes de cocinarlo, dado que los estudios indican que lavarlo y cocinarlo con una proporción de 5 a 6 veces más agua que arroz, puede reducir el contenido de arsénico hasta casi la mitad, informa la agencia federal.
Así que ya sabes, remojarlo o lavarlo antes de llevarlo a la cocción, son las opciones más saludables para comer el arroz.