Investigadores señalan que si se cree que se ha comido mucho, se sentirá menos hambre horas después; este hallazgo podría conducir a nuevos métodos de control del peso.
En el estudio participaron voluntarios que recibieron lo que parecía ser una porción pequeña o grande de sopa para el almuerzo. Pero los investigadores manipularon la cantidad real de sopa que los voluntarios consumieron mediante el uso de una bomba oculta, que podía volver a llenar o vaciar un plato de sopa sin que el comensal se diera cuenta.
Puntos clave
Inmediatamente después de comer, el nivel de hambre de los voluntarios coincidía con la cantidad de sopa que habían comido, y no con la cantidad que habían visto antes de comer. Sin embargo, dos a tres horas después del almuerzo, los que habían visto una porción grande de sopa tenían niveles de hambre significativamente más bajos que los vieron una porción pequeña.
A las 24 horas de haber comido la sopa, la mayoría de los voluntarios que habían visto una porción más grande de sopa sintieron que la cantidad consumida había saciado su hambre, según el estudio que aparece el 5 de diciembre en la revista PLoS One.
Los hallazgos muestran que la memoria hace una contribución independiente a la sensación de saciedad después de una comida, según señalaron los investigadores de la Universidad de Bristol en Inglaterra. Y concluyeron que los resultados podrían usarse para encontrar nuevas formas de reducir el consumo de calorías de la gente.