La palabra grasa de por sí suele causar escozor. Aunque son esenciales para el buen funcionamiento del organismo, están relacionadas con la mala alimentación, con calorías de más y a veces, hasta con mal sabor.
Según indica la Biblioteca Nacional de Medicina, “l a grasa es la principal fuente de energía y ayuda al cuerpo a absorber las vitaminas. Es importante para un crecimiento y un desarrollo adecuado y para mantenerlo saludable. La grasa brinda sabor a los alimentos y ayuda a sentirse satisfecho. Las grasas son una fuente especialmente importante de calorías y nutrientes para los niños pequeños”.
Pero luego de esta bondadosa definición, aclara que “no todas las grasas son iguales”. Y detalla las que hay que evitar:
- Las grasas saturadas como la mantequilla, grasa sólida y grasa de cerdo.
- Las grasas “trans”, que se encuentran en las grasas vegetales, ciertas margarinas, las galletas saladas y dulces, los bocadillos y otras comidas hechas o fritas con aceites parcialmente hidrogenados como las papas fritas.
Los expertos sugieren reemplazar estos aceites, ya sea para cocinar o para sazonar ensaladas, por aceites de maíz, canola, oliva o girasol.
Los ácidos grasos “trans” o grasas “trans” se encuentran en aquellos alimentos que conllevan un procesamiento industrial y que han sido sometidos a procesos de hidrogenación, explica la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Se trata de grasas que aumentan los niveles del colesterol malo (LDL) y disminuye los niveles de colesterol bueno (HDL) –indica la FDA– lo que aumenta el riesgo de padecer afecciones cardiovasculares.
Para alertar a la población sobre la presencia de esta grasa en los productos, la FDA exige a los fabricantes de alimentos que incluyan información sobre las grasas “trans” en las etiquetas que describen las características nutricionales del producto.
Según el Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre de los Institutos Nacionales de Salud “más de 12,5 millones de estadounidenses padecen enfermedades coronarias (CHD, por sus siglas en ingles) y más de 500 mil mueren anualmente por esta causa. Esto hace de la CHD una de las causas principales de muerte en el país.
“Al agregar los ácidos grasos transen la tabla de información nutricional de la etiqueta (obligatorio a partir del 1 de enero de 2006), el consumidor podrá conocer por primera vez qué tanto de estos tres elementos -grasas saturadas, ácidos grasos transy colesterol- contienen los alimentos que han escogido”, explica la FDA.
La entidad federal concluye que “los alimentos tanto de origen vegetal como animal contienen grasas, que consumidas con moderación, son importantes para el crecimiento adecuado, y el desarrollo y mantenimiento de una buena salud. Como ingrediente de alimentos las grasas proporcionan sabor, consistencia, estabilidad y nos ayudan a sentirnos satisfechos. Además, los padres deben saber que las grasas son una fuente especialmente importante de calorías y nutrientes para los niños pequeños (de hasta 2 años), quienes tienen los requerimientos de energía más altos por unidad de peso entre todos los grupos de edad”.
Fuentes: The National Library of Medicine (NLM), Nacional Heart, Lung and Blood Institute; Food and Drug Administration (FDA).