La campaña publicitaria de la tienda de lujo estadounidense Barneys presentó una idea controvertida donde aparece una Minnie ultradelgada y casi irreconocible. Para su promoción de Navidad, se vistió a los personajes de Disney con prendas de diseñadores top. Mickey, por ejemplo, estará equipado por Balenciaga y Minnie por Lanvin, Goofy lucirá un modelo de Balmain y Daisy, uno de Dolce & Gabbana.
En su sitio web, la tienda Barneys New York exhibe un video de 20 segundos, “Electric Holiday”, donde anticipa la colección, y se anuncia que Minnie va a vivir una fabulosa aventura en París. Entre los entretelones de un desfile de modas que está por comenzar, la Minnie “normal” se mira coqueta al espejo, donde aún no se la ve en su nueva versión "anoréxica".
Puntos clave
La ocurrencia generó una gran polémica, ya que Minnie Mouse apareció luciendo un vestido de proporciones mínimas y un cuerpo ultra delgado. "Cuando llegamos al momento en el que todos los personajes debían caminar por la pasarela hubo una discusión: la Minnie Mouse estándar no queda bien en un vestido de Lanvin", argumentó el director creativo de Barneys, David Freedman, cuando presentó la colección y se enfrentó a las primeras críticas. "Si vamos a hacer que esto funcione, tenemos que tener a una Minnie de 1,80", había dicho en su momento.
La compañía esperaba deleitar al público con la propuesta, pero está claro que nadie quiere ver a la novia de Mickey sufriendo un trastorno alimentario como los que afectan a las ultradelgadas modelos de hoy. Las redes sociales estallaron, y pidieron que dejen a Minnie tranquila; desde los blogs se dice que no una buena idea cambiar un dibujo que todos los niños adoran, sólo para que le quede bien un vestido.
Está claro que la compañía Disney buscaba una estética más actual, y tal vez hayan querido hacer que sus reinas del dibujo animado fueran parecidas a las chicas de talle 0. Pero esta fue una jugada peligrosa; según un informe de la Academia Americana de Pediatría, (AAP), las internaciones por desórdenes alimentarios aumentan día a día en niñas menores de 12 años. Predicar con el mal ejemplo no es la mejor estrategia comercial para esta empresa.
La sociedad parece haberle bajado el pulgar a la Minnie “anoréxica” y la Daisy “extra small”, y piden a gritos que dejen en paz a los personajes de su infancia. Y sugieren que se busque a una mujer de proporciones reales para lucir sus diseños … o llegado el caso, que agranden las prendas y las hagan a una escala más humana, para mujeres con más carne que hueso.
Imagen: Vogue