El Trust para la Salud de América y la Fundación Robert Wood Johnson dieron a conocer su edición 2013 del informe “F as in Fat”, que podría traducirse como “Con G de Gordo”. Este trabajo estudia el impacto de la obesidad en los Estados Unidos, y su amenaza para la salud.
Por primera vez en 8 años, Mississippi dejó de ser el estado con mayor tasa de obesidad, y Louisiana pasó a ser “dueño” del preocupante galardón, con un 34,7 % de obesos (33.4 % de hombres y 36 % de mujeres). Mississippi ahora ocupa el segundo lugar con un 34,6 %, mientras que Colorado es el de menor índice de la nación con un 20.5 % de obesos.
Puntos clave
Según detalla el informe, hay 30 estados con una tasa de obesidad por encima del 30%. El resto se mantiene por debajo del 25 %. Estas cifras son preocupantes, ya que en 1980 ningún estado superaba el 15% de obesidad. En 1991 subió al 20% y en el 2000 ya había alcanzado un 25%. El estado de Mississippi parece tener cualidades diferentes, porque ya en 2007 era el único que superaba el 30% de obesidad.
Svetlana Gavrilova, dietista del Conway Medical Center atribuye estas altas cifras al modo de vida de la población. Y en el caso de Lousiana, explica que sus habitantes no ven a la obesidad como algo malo, y es claramente aceptada. La nutricionista informa que en este estado prevalece el consumo de platos típicos como el gumbo y el etoufee, sustanciosos, pesados y ricos en grasa. Por una cuestión cultural, las comidas se preparan fritas, y no se acompañan con una ensalada sino con papas o bolas de maíz, también fritas.
Los expertos en salud y nutrición consideran que en poblaciones como las de Lousiana, los habitantes deberían hace más actividad física como caminar o andar en bicicleta, pero el intenso calor los recluye dentro de sus casas. Una solución sería anotarse en un gimnasio, pero no todos tienen los medios para hacerlo. Por eso se espera que las entidades locales y estatales destinen fondos para crear programas de nutrición y vida saludable para personas de bajos ingresos.
Este reciente informe propone estrategias para mejorar la salud y bajar la tendencia a la obesidad, como asegurarse de que las comidas en las escuelas sean saludables, que los restaurantes provean información nutricional de las comidas que expenden y que se promueva la caminata y la bicicleta como medio de trasporte.