Un nuevo estudio sugiere que los comensales se sienten más felices y a gusto y también comen menos en restaurantes de comidas rápidas que tienen música suave e iluminación tenue.
"Cuando hicimos la investigación en un local de comidas rápidas, notamos que una música suave y una iluminación tenue permitió que los comensales consumieran 175 calorías menos y disfrutaran más del momento”, explica en un comunicado el líder del estudio Brian Wansink, profesor de marketing y director del laboratorio de Alimentos y Marcas de la Universidad de Cornell.
Puntos clave
Gracias a cambios realizados en el ambiente, los investigadores notaron que la gente comió menos -775 calorías en lugar de 949 - que significa una reducción del 18 por ciento. Las personas también manifestaron que habían disfrutado más de la comida. El estudio contradice la creencia popular de que la gente que come en un entorno relajado con luz suave y música melosa, pide más comida y come en forma más abundante que los que lo hacen en un lugar estandar.
Al respecto, Wansink dijo: "Estos resultados sugieren que un entorno más relajado aumenta la satisfacción y reduce el consumo”. Esta información es importante para los restaurantes de comidas rápidas que siempre son acusados de contribuir a la obesidad: con simples cambios que reduzcan las luces brillantes y las superficies que refracten el sonido se puede hacer bastante para reducir la ingesta exagerada, y a la vez aumentar la satisfacción de sus clientes.
El profesor Brian Wasink creó el Laboratorio de Alimentos y Marcas en 1992, cuando trabajaba en la Universidad de Illinois. Actualmente el laboratorio funciona en la Universidad de Cornell donde interactúan grupos de graduados y estudiantes con diversas especialidades como sicología, ciencias de la alimentación, marketing, economía de la agricultura, nutrición humana, historia, educación y periodismo.
Uno de los principales objetivos de este laboratorio es educar e informar para combatir el hábito de comer en forma impulsiva y sin control. Según las conclusiones de este equipo de trabajo, la mayoría de las personas que comen de más no lo hacen a causa de un apetito excesivo, sino por factores externos como las reuniones familiares o con amigos.
Factores como las etiquetas, los colores y los embalajes, entre otros, también ejercen su influencia, y este equipo de trabajo está buscando maneras de aprovechar estas cualidades para que la gente pueda alimentarse mejor y reducir los excesos.