No son pocos los que eran delgados siendo solteros, pero se convirtieron en “gorditos” al tiempo de estar casados. Ahora, hay pruebas de que no se trata de algo imaginario: un estudio hizo un seguimiento a un grupo de recién casados y descubrieron que mientras más feliz se es en el matrimonio, más probable es que se aumente algo de peso.
"El hecho de que el matrimonio en sí se asocia con el aumento de peso y el divorcio con la pérdida de peso está bastante aceptado", señaló la investigadora líder Andrea Meltzer, profesora asistente de psicología y psicóloga social de la Universidad Metodista del Sur, en Dallas. "Lo que no está tan claro es el rol de la satisfacción [matrimonial] en el aumento de peso en el matrimonio".
Puntos clave
Para concentrarse en ese aspecto, Meltzer reclutó a 169 parejas jóvenes que se habían casado en los seis meses anteriores, y se les dio un seguimiento durante cuatro años. En promedio, los esposos tenían 25 años y las esposas 23.
Meltezer señaló: "La satisfacción se asoció positivamente con el aumento de peso. Los cónyuges que están más satisfechos tienden a aumentar más peso, y los cónyuges que están menos satisfechos aumentan menos peso". El hallazgo se sostuvo incluso tras compensar por factores tan obvios como el embarazo, señaló.
¿Cómo se explica el peso adicional? Meltzer especuló que quizás los que se sienten menos satisfechos con la relación estén pensando en el divorcio. Así, estarían intentando mantener el peso ideal para atraer a una nueva pareja. Los que están satisfechos podrían sentirse aliviados porque ya tienen pareja, y se relajarse con las estrategias de control de peso. En el llamado modelo del "mercado de parejas", el mantenimiento del peso se ve motivado por el deseo de atraer a una pareja.
En el estudio no se separó a los hombres y a las mujeres, pero el efecto se sostuvo en ambos sexos. El aumento promedio de peso en cuatro años no fue muy grande, pero Meltzer anotó que podría llegar a ser una cantidad sustancial con el tiempo.
Al inicio del estudio, los maridos tenían un índice de masa corporal (IMC) de casi 26, que se define como sobrepeso ligero. El IMC promedio de las esposas era de 23, que es un peso normal. "Por cada aumento de una unidad hallado en la satisfacción, ya fuera por parte de la persona o de la pareja, ocurrió un aumento de 0.12 en el IMC cada seis meses, en promedio", señaló Meltzer. "Al final del estudio de cuatro años, [en promedio] seguían en un rango saludable de peso", anotó Meltzer. "Pero aún no sabemos qué sucede tras cuatro años".
Charlotte Markey, profesora de psicología de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey agrega otro factor que podría explicar el aumento de peso en el matrimonio: “Es posible que las parejas felizmente casadas se vean con más frecuencia y coman más veces juntas [comer en compañía puede llevar a las personas a comer más]". Al respecto, la experta opina que los temas de salud, que incluyen el mantenimiento del peso, son temas de la relación, "y las parejas deben hablar sobre cómo comer bien y mantenerse físicamente activas”.