Un estudio reciente retomó el controvertido tema de las yemas de huevo. Y ya sean hervidas, revueltas o fritas, indican que su alto contenido de colesterol pueden endurecer las arterias casi tanto como fumar. "Las personas en riesgo de enfermedad vascular no deben comer yemas de huevo", plantea el autor líder del estudio, el Dr. David Spence, profesor de neurología de la Universidad Occidental en Londres, Ontario, Canadá. El colesterol que se encuentra en el núcleo amarillo del huevo puede obstruir incluso la arteria carótida que va al cerebro, lo que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), apuntó.
Para el estudio se recolectaron datos sobre más de 1,200 hombres y mujeres con los que los usaron ultrasonido para determinar la cantidad de placa en las arterias de cada paciente. Y se les preguntó sobre el tabaquismo, la frecuencia con que comían huevos, otros factores del estilo de vida y sobre cualquier fármaco que tomaran.
Puntos clave
Los investigadores hallaron que aunque los niveles de placa arterial aumentaban con la edad, tanto fumar como comer yemas de huevo aceleró la formación de placa en los vasos sanguíneos. El consumo regular de yemas de huevo aceleró los depósitos de placa en las arterias a una tasa que equivalía a alrededor de dos tercios de la observada en el tabaquismo, señaló Spence.
Las personas que comían tres o más yemas por semana tenían un aumento significativo en la placa en comparación con las personas que comían dos o menos yemas por semana, halló el equipo. Spence aseguró que esto tiene sentido, ya que apenas "una yema de huevo supera la ingesta diaria recomendada de colesterol". Los autores del estudio anotaron que el efecto de las yemas de huevo sobre la placa era independiente del sexo, los niveles de colesterol, la presión arterial, el tabaquismo, el peso y la diabetes de una persona.
En una declaración, la Junta Americana del Huevo (American Egg Board) dijo que los hallazgos provienen de "un estudio observacional que solo puede sugerir relaciones potenciales, no determinar conclusiones causales reales". Y que "los sujetos del estudio con mayores ingestas de huevo también tendían a ser fumadores empedernidos, y apenas un pequeño porcentaje de la población consumía más de cinco huevos por semana, lo que significa que las conclusiones se basaron en un pequeño número de sujetos".
La Junta también comentó que el estudio “no controló los hábitos de ejercicio, la circunferencia de la cintura, la ingesta de grasas saturadas, el alcohol o los alimentos comúnmente consumidos junto a los huevos, como las carnes y otros platos ricos en grasas".
El Dr. Gregg Fonarow, vocero de la American Heart Association y profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, dijo que la evidencia a favor y en contra del consumo de yemas de huevo ha ido de un extremo al otro durante décadas. "Que el consumo dietario de huevo se asocie con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular ha sido controversial, y estudios anteriores han sido inconsistentes", señaló Fonarow.
El experto comentó que hasta que haya más estudios, el tema aún no ha quedado cerrado. Ahora mismo, señaló Fonarow: "la American Heart Association recomienda que para mantener la salud cardiaca y cerebral se coma una variedad de alimentos nutritivos de todos los grupos alimentarios, con un énfasis en verduras, frutas, productos de grano integral y productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, además de comer pescado por lo menos dos veces por semana".