Al tiempo de empezar la dieta se notan los primeros resultados, la ropa queda mejor y nos sentimos increíblemente bien. Pero de repente llega el temido fantasma del “efecto rebote”, se recupera el peso perdido, y vuelta a empezar con el círculo infernal. ¿A qué se debe?
Un estudio publicado recientemente en el New England Journal of Medicine revela que cuando las personas hacen dieta están luchando contra su propia biología ya que el organismo, de cierta forma, “boicotea” la pérdida de peso.
Puntos clave
Los científicos siguen haciendo investigaciones en ese campo, pero hoy pueden asegurar que cuando el cuerpo perdió volumen, un grupo de hormonas “luchan” para hacer más lento el metabolismo y aumentar la sensación de apetito. Un par de hormonas en particular, la leptina y la grelina, ni bien baja su concentración en el organismo a causa de la pérdida de peso, disparan sus armas: hambre y menor actividad metabólica. Así se aseguran una mayor concentración en el cuerpo, ¡y vuelta a empezar!
¿Por qué el cuerpo se esfuerza en conservar su volumen? Los científicos creen que en los orígenes del hombre, ser delgado era una desventaja porque amenazaba la supervivencia y alteraba la posibilidad de procrear y conservar la especie. En otras palabras, las hormonas sabotean nuestros esfuerzos para estar delgados porque lo traen en su programación celular: se puede subir de peso, pero no bajar porque es peligroso para la especie.
Ante este panorama, los científicos están investigando la manera de “engañar” a las hormonas, para que puedan volver a sus niveles normales luego de bajar de peso, sin que éstas disparen conductas que nos lleven a recuperar lo perdido con tanto esfuerzo.