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Las distintas cocciones

La cocción es la forma a través de la cual las personas transforman los alimentos crudos en platillos comestibles y sabrosos. Las distintas formas de cocinar estos alimentos pueden hacer que un plato sea más o menos saludable. Cocinar friendo, se sabe, es menos positivo para una dieta que hacerlo al horno.

Las formas clásicas de cocinar, según compendia la enciclopedia digital Wikipedia, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USD, por sus siglas en inglés) y son, entre otros:

Las distintas cocciones

Hervir. Los alimentos se colocan en una olla con agua tapada hasta el punto de ebullición y cocción. Es una forma sana de cocinar ya que no requiere más que de una gota de aceite, a elección del cocinero. Y libera especialmente a las verduras de cualquier agente bacteriano que puedan contener.

Al vapor. Especialmente en las ollas a presión, se considera la forma más saludable de cocinar. Los alimentos conservan su color original y pueden perder menos nutrientes. Una versión de esta forma de cocción es estofar, por ejemplo una carne, que tiene la ventaja que se realiza con poco líquido.

Al horno. Como la cocción es más lenta y las temperaturas del horno son más altas que las de una hornalla, las carnes blancas o rojas se tornan más digestivas.

A la plancha. Los expertos la consideran una gran forma de cocinar porque las carnes que sean más grasosas pierden la grasa durante la cocción. Puede hacerse con muy poco aceite, o sin aceite.

Freir. Desde el punto de vista nutricional es la cocción menos aconsejable porque requiere de una mayor cantidad de aceite. Lo ideal es utilizar aceite de oliva o vegetal y “secar” la fritura en papel madera o papel cartucho para quitarle algo de aceite.

A la parrilla. Es una buena forma de cocinar carnes. Se puede hacer al estilo argentino, sólo salando la carne y echándola para que se cocine sobre el carbón o al estilo americano, estilo barbacoa, es decir, “mojando” la carne con algún preparado (limón, salsa barbecue, etc.) para evitar que se seque. El éxito de esta cocción depende mucho de la calidad de la carne que se utilice.

Aunque se encuentra en el 90 por ciento de los hogares estadounidenses y es popular para calentar platillos, biberones e infusiones, el horno de microondas no se masificó para cocinar. Sin embargo, es una de las formas más modernas de hacerlo. El microondas cocina, sí, a través de la emisión de ondas de radio que alcanza altas temperaturas. Es una forma segura de cocinar, aunque más lenta que en un horno convencional.

 

Fuentes: Food Safety and Inspection Service (USDA); Wikipedia.

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