Si lo que buscas es una bebida que te quite el hambre, la solución parece estar en las más espesas, como los yogures bebibles que casi no hacen ruido al agitar el envase.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Sussex, en Brighton, Inglaterra, realizó una serie de pruebas para comparar la saciedad de distintas bebidas. “Las bebidas espesas son más propensas a dar saciedad, durante más tiempo y con la misma cantidad de calorías que las ligeras”, explicó Keri McCrickerd, integrante del equipo. “La cremosidad también hizo sentir llenos a los voluntarios, aunque no mucho más que con una comida sólida”, agregó.
Puntos clave
Los resultados de este estudio experimental aparecieron en la publicación digital “Flavour”, y en él se compararon la densidad, cremosidad y cantidad de calorías del yogur bebible.
Este estudio se llevó a cabo tras considerar que las gaseosas, el café y otras calorías líquidas representan una proporción sustancial de la ingesta diaria en países occidentales, y son causa de obesidad y suba de peso.
Parte del problema reside en que al tratarse de líquido, no se percibe su contenido de calorías. Además, los fluidos no suprimen el apetito del mismo modo en que lo hacen los sólidos, aún cuando tengan la misma cantidad de calorías. De hecho, hay estudios que determinaron que las bebidas no pueden reemplazar la ingesta de alimentos.
"El hambre y la saciedad son aspectos complejos, ya que no solo se trata de las calorías ingeridas sino de las señales que recibe el estómago y cómo se siente el alimento en la boca”, explicó McCrickerd.
A raíz de esto se estudió la reacción de los voluntarios espesando las bebidas con mayor o menor proporción de goma de Tara, sin modificar su contenido calórico para no impactar en el peso. De las 16 muestras, la gente percibió mayor densidad, cremosidad y firmeza cuando se había utilizado más espesante. Esto no sorprendió, ya que existe una capacidad sensorial que relaciona la textura con una mayor presencia de nutrientes, como por ejemplo las grasas.
Luego se probó cómo impactaba en la saciedad un yogur espeso, ligero, cremoso, con muchas o pocas calorías. Los voluntarios probaron ocho versiones distintas de yogur bebible y los más espesos y cremosos fueron los que dieron más saciedad; el contenido energético real de las bebidas no coincidió con los ratings de saciedad.
Esta es la causa por la que los productos bajos en grasa y dietéticas "se producen para lograr el mismo aspecto cremoso que el regular, para aumentar la satisfacción y palatabilidad” notaron los investigadores.