Es el sueño de la mayoría que desde hace tiempo viene luchando con el sobrepeso: operarse y, en unas horas, sacarse el sobrepeso de encima. Sin embargo, no todas las cirugías son indicadas para todas las personas. De hecho, el sueño puede transformarse en pesadilla: el “Journal of the American Medical Association” publicó un artículo informando que la tasa de mortalidad de pacientes de 30 a 40 años llega al 5% en el caso de los hombres y al 3% en las mujeres.
¿Quiénes pueden operarse?
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón, las cirugías gástricas son indicadas para los hombres que tienen un exceso de peso de por lo menos 100 libras (45 kilos) y las mujeres con al menos 80 libras (36 kilos) excedentes, que no han podido bajar de peso con dietas y ejercicios.
Si bien muchas personas bajan de peso con estas cirugías, es importante seguir las recomendaciones de dieta y ejercicio. No obstante siempre existen riesgos y complicaciones, como infecciones, hernias y coágulos de sangre.
Las cirugías más comunes
En los Estados Unidos, existen cuatro operaciones que son las más frecuentes. Para elegir la opción más adecuada, el paciente y el médico deben analizar en detalle los beneficios y riesgos de cada cirugía, según el índice de masa corporal, los hábitos alimenticios, los problemas de salud relacionados con la obesidad y las operaciones previas:
• La banda gástrica ajustable:Disminuye la cantidad de alimentos que pueden ingerirse al reducir el tamaño de la abertura desde el esófago hasta el estómago a través de la colocación de una pequeña pulsera o banda alrededor de la parte superior del estómago. Después de la cirugía, el médico puede ajustar o reducir el tamaño de la abertura a través de la banda, que puede extraerse en cualquier momento.
Pronóstico:Como se puede realizar por laparoscopía, ofrece ciertas ventajas como reducción del trauma y del dolor post-operatorio, menos días de hospitalización y rápida recuperación. Además, es una cirugía que se puede revertir (a través de otra operación). El éxito del procedimiento dependerá en ran parte de que el paciente sea consecuente con el cambio de hábitos indicado.
• Bypass gástrico en Y de Roux:Es la cirugía más frecuente. Disminuye la cantidad de alimentos que pueden ingerirse por medio de una pequeña bolsa. También, reduce la absorción de la comida en el aparato digestivo excluyendo la mayor parte el estómago, duodeno e intestino superior del contacto con los alimentos enviando la comida directamente desde la bolsa al intestino delgado.
Pronóstico:Se suele perder entre 10 y 20 libras (4,5 a 9 kilos) al primer mes, pero luego el descenso dependerá de que el paciente perservere con la dieta y el ejercicio. Se puede perder la mitad del excedente o más durante los dos primeros años.
• Derivación biliopancreática:Es una cirugía compleja que reduce la ingesta de alimentos y la absorción de la comida, por medio de un procedimiento en el que se extirpan porciones del estómago. La pequeña bolsa que queda se conecta directamente al segmento final del intestino delgado. Los pacientes pierden peso debido a que las calorías y los nutrientes son dirigidos al colon donde no son absorbidos. Éste es justamente uno de los grandes riesgos que tiene esta cirugía: se reduce la absorción de los alimentos, las vitaminas y los minerales.
Pronóstico:La mayoría de las personas pierden 10 a 20 libras (4,5 a 9 kilos) al mes de la cirugía y hasta la mitad del peso extra o más en los primeros dos años.
• Gastrectomía vertical en manga:Esta operación fue desarrollada únicamente como primer paso de la cirugía de Derivación biliopancreática en los pacientes con alto riesgo de complicaciones para intervenciones quirúrgicas más extensas. Esta cirugía restringe la ingesta de alimentos pero no disminuye la absorción de la comida. Para ello, la mayor parte del estómago es removido, reduciéndose la producción de una hormona: la grelina. Al producir menos cantidad de grelina, se disminuye el apetito, más que en otras operaciones, como la banda gástrica.
Pronóstico:No se pierde tanto peso como con la derivación gástrica y además el proceso es más lento. Los pacientes siguen bajando de peso por dos o tres años.
Como todas las cirugías, estas operaciones son cosa seria. Por lo que la decisión no puede ser tomada a las apuradas, sino que requiere un tiempo de análisis. Y, por supuesto, deben ser consideradas únicamente por problemas de salud o cuando después de varios intentos, la dieta y el ejercicio no hayan dado sus frutos.
Fuentes: MedlinePlus
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La verdad de las cirugías para bajar de peso
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