“Gordito, pero feliz” o “gordito pero sano” parecen ser los caballitos de batalla de muchas personas que se resisten a la idea de bajar de peso. La excusa es que si tienen buena salud, no hay motivos para emprender la sacrificada lucha contra la balanza. Pero un nuevo estudio canadiense los deja sin argumento, ya que el sobrepeso es un riesgo que se acrecienta con los años.
Los expertos descubrieron que aún cuando no sufran de hipertensión, diabetes u otros problemas metabólicos, las personas con sobrepeso y obesas tienen mayores tasas de muerte, ataque cardiaco y accidente cerebrovascular (ACV) tras 10 años, en comparación con sus contrapartes más delgadas.
Puntos clave
- Las personas obesas o con sobrepeso sin síntomas aparentes, en el tiempo comienzan a padecerlos
- En 10 años aumenta en un 21% su riesgo de ataque cardíaco en personas obesas "sanas"
- También aumentan los casos de ACV e hipertensión
Para el estudio, el doctor Ravi Retnakaran, profesor de medicina de la Universidad de Toronto, junto con su equipo, revisaron 8 estudios donde observaron las diferencias entre más de 61,000 personas obesas, con sobrepeso y delgadas en términos de su salud y el riesgo de ataque cardiaco, ACV y muerte.
En estudios con un seguimiento de 10 años, los que tenían sobrepeso o eran obesos pero no presentaban hipertensión, enfermedad cardiaca ni diabetes seguían experimentando un aumento del 21 % en el riesgo de ataque cardiaco, ACV y muerte, en comparación con las personas con un peso normal. También se observó un mayor riesgo de ataque cardiaco, ACV y muerte entre todos los que tenían enfermedad metabólica (como el colesterol y la glucemia altos), independientemente del peso.
El doctor Retnakaran explicó que los datos obtenidos sugieren que el aumento de peso “no es una afección benigna, incluso ante la ausencia de anomalías metabólicas, y contradicen el concepto de obesidad sana u obesidad benigna.
Los términos “obesidad sana” y “obesidad benigna” se han utilizado para describir a las personas que son obesas pero que no presentan las anomalías que típicamente acompañan a la obesidad, como la hipertensión, la glucemia alta y el colesterol alto, explicó Retnakaran. Y hallaron que los individuos obesos metabólicamente sanos tienen mayor riesgo de muerte y eventos cardiovasculares a largo plazo, en comparación con los individuos metabólicamente sanos y de peso normal.
Es posible que las personas obesas que parecen ser metabólicamente sanas tengan bajos niveles de algunos factores de riesgo que empeoran con el tiempo, sugieren los investigadores en el informe.
El doctor David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Universidad de Yale, se alegró del informe y manifestó: "Dada la atención reciente que ha recibido la 'paradoja de la obesidad' en la literatura profesional y en la cultura popular, se trata de un trabajo muy oportuno e importante",
La paradoja de la obesidad sostiene que algunos se benefician de la obesidad crónica. Según indica Katz, algunas personas obesas parecen sanas porque no todo aumento de peso es nocivo y depende en parte de los genes, de las hormonas, de la fuente de las calorías y de los niveles de actividad.
En general, las cosas que las personas hacen para lograr una mejor condición física y salud tienden a adelgazarlas, explica Katz. Por eso considera que es mejor enfocarse en la salud en lugar de en perder peso.