El “thigh gap” o hueco entre las piernas está entre los deseos más fervientes de muchas jóvenes de varios puntos del planeta. Todo porque quieren lucir como las supermodelos o la misma muñeca Barbie, con sus piernas largas, ultradelgadas y con poco y nada de músculo.
Para saber si se es la feliz poseedora de la codiciada cualidad, basta con pararse con los pies bien juntos: si los muslos no se juntan ni se tocan en la cara interna, ya casi se puede ser una chica de pasarela. Pero si se tocan parece ser que se está ¡ante un inevitable caso de gordura!
Puntos clave
- Para lucir muslos delgados muchas jóvenes recurren a la liposucción
- La idea es parecerse a las modelos y que los aductores no se junten
- Muchas temen que haciendo ejercicio con pesas lograrán piernas voluminosas
Para solucionarlo, muchas jóvenes recurren a los servicios de cirujanos estéticos, que mediante la técnica de liposucción en la cara interna del muslo, eliminan esa grasa que tanto molesta.
Una clínica británica declara que aumentó en un 240 % la práctica de liposucción en esta zona. Pero según el doctor Robert Murphy, presidente de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica, los muslos siempre preocuparon a las mujeres, y ahora se han “reinventado” con este nuevo nombre.
Muchos nutricionistas advierten que esta cualidad de las piernas ultradelgadas es característica de jóvenes al borde de un trastorno alimentario. Otras tienen naturalmente esta separación por una predisposición genética.
El furor de las piernas que nunca se tocan llegó también a los gimnasios, y los entrenadores comentan que algunas chicas no quieren hacer entrenamiento con carga para las piernas, por miedo a desarrollar músculo y perder esa “brecha” que tanto esfuerzo les costó conseguir, a costa de ayunos y hambrunas reiteradas. Nada más lejos de la realidad, según explican los expertos en musculación, ya que para que una mujer desarrolle musculatura potente es necesaria que entrene muy duro y levantando cargas excesivas.
Las redes sociales explotan publicando fotos de las felices poseedoras del thigh gap, como por ejemplo la modelo Cara Delevingne, que con sus medidas 79-61-86 paso a ser el paradigma de las jovencitas.
Pero esta moda bastante insana comenzó a despertar algunas protestas y advertencias, como las de la modelo de talles grandes Robyn Lawley. En un artículo declaró que es una tendencia peligrosa, porque puede llevar a muchas jóvenes a descuidar su alimentación para lucir como aquellas a las que admiran. Y como ejemplo de la locura a la que se ha llegado, Lawley relata que luego de publicar una foto donde se veía que sus muslos se tocaban, muchos le dijeron “cerda” en las redes sociales.
Para quien quiera lucir unas piernas delgadas, firmes y armoniosas, la receta que no pone en peligro la salud es conocida: dieta sana, ejercicio, agua, bastante actividad aeróbica, y una dosis de indulgencia para lucir un poco más humana.