En el 2020, los jóvenes comerán más snacks salados y saborizados, comidas fáciles de preparar, como plato principal elegirán proteínas, postres y aperitivos dulces, y desayunos para calentar y comer. Es una de las conclusiones que se incluyen en el informe “Una mirada hacia la alimentación del futuro”, de la investigadora de mercado Grupo NPD, que analizó cómo los hábitos alimenticios de cada generación determinarán lo que se comerá dentro de diez años. Para ello, los investigadores se basaron en los cambios de la alimentación según el crecimiento, las preferencias de la alimentación de cada generación, los efectos de la población y su evolución sobre la próxima década y las tendencias actuales.
La empresa analizó cinco generaciones: la generación “Z”, nacida desde 1990 hasta el presente; la generación “Y”, nacida entre 1976 y 1989; la “G”, entre 1965 y 1975; los viejos “boomers”, nacidos entre 1946 y 1955; y la generación “silenciosa”, nacida entre 1930 y 1945.
La gente de la generación “Y” contribuirá a que los cinco grupos alimenticios mencionados se incrementen, salvo en el caso de los desayunos para “calentar y comer”. Dentro de una década, los adultos que tengan entre 31 y 44 años, comerán hasta un 44% más de snacks salados y saborizados; 42% más de comidas sencillas; 22% más de comidas principales con proteínas; y 34% más de postres y aperitivos dulces; mientras que serán los niños menores de 10 años, que conforman la generación “Z”, los que tendrán mayor influencia para comer desayunos “listos para calentar y comer”.
“Comprender los efectos del paso del tiempo en las preferencias y los hábitos de varias generaciones ayuda a que las compañías de alimentos y bebidas desarrollen planes a largo plazo en función de sus productos, posicionamiento e innovación”, dijo Ann Hanson, autora de la investigación.
Construir el futuro
Sin duda, anticiparse a lo que vendrá siempre resulta productivo, pero no sólo para las empresas. En las familias, se pueden modificar algunas costumbres, para instalar en los niños conductas saludables que perduren toda la vida. Está demostrado que los niños que crecen en hogares donde se practican deportes y se mantiene una alimentación sana, priorizando el consumo de verduras y frutas, al llegar a adultos, mantendrán las mismas costumbres.
Para ello, te recordamos algunos de los principios que hay que tener en cuenta al planificar la alimentación familiar:
1. Elige al menos el 50% de granos enteros cuando compres pan, harina, arroz y barras de cereales.
2. Varía los vegetales: Cada semana, introduce nuevas alternativas, de manera que los niños conozcan otros alimentos.
3. Ofréceles a los niños frutas no sólo como postre, sino también como snacks y jugos.
4. Sirve lácteos descremados varias veces al día, para proporcionarles calcio a tus niños.
5. Elige alimentos sin grasa.
6. Consume aceite de maíz, soja, canola y oliva.
7. No elijas productos que contengan azúcar como uno de sus principales ingredientes.
Con estos principios, estarás formando una nueva generación más sana y saludable. En definitiva, todos somos protagonistas de nuestro futuro.
Fuentes: www.npd.com/ MyPyramid.gov/kids