Según demuestra un estudio reciente, las personas que van al supermercado cuando tienen hambre suelen llenar el carrito con alimentos llenos de calorías, y también compran mucha más cantidad de la que realmente necesitan.
Brian Wanskink y Aner Tal, del Food and Brand Lab de la Universidad de Cornell, explican que esta conducta no solo afectará la cena de esa noche, sino que también influirá en el menú de toda la semana. Y ese rapto de “locura gastronómica” será contraproducente para quien busca seguir una dieta saludable y baja en calorías.
Puntos clave
"Está demostrado que con hambre, la gente compra más comida de la que realmente tenía pensado. Lo que ocurre es que se rigen por parámetros que llevan a elegir alimentos con más calorías”, explica Tal. Esto ocurre porque las comidas con más calorías son las que proporcionan más energía.
Durante el estudio dirigido por los expertos de Cornell, en Ithaca, Nueva York, se observó la conducta de un grupo de voluntarios a los que se les pidió que hicieran una compra "en línea" en un supermercado simulado, y quienes sentían más hambre tendían a elegir alimentos con más calorías, como helado regular, en lugar del bajo en grasas.
La prueba se repitió en otro estudio que involucró a 82 voluntarios, “con hambre” y “sin hambre”. Los caramelos, snacks salados y carnes rojas fueron las comidas más demandadas.
Actualmente los científicos investigan si comer algo un rato antes de salir de compras modifica la elección de los alimentos en relación a las calorías que contienen.
La nutricionista Samantha Heller, del Langone Medical Center, de Nueva York, explica que el cuerpo no reconoce la diferencia entre sentir hambre porque se hace dieta y por una hambruna, donde no se sabe cuándo se podrá acceder al alimento para lograr sobrevivir. Por eso el organismo se pone en el modo “supervivencia” y elige aquellos que le proporcionan más energía, que son los que tienen más calorías. En la lenta evolución del cuerpo humano, éste todavía cree que cada mañana “¡hay que salir de caza para asegurarse el desayuno!”, explica la experta.
La nutricionista considera que aunque este estudio es muy pequeño, demuestra la importancia de comer a intervalos regulares para que el cuerpo entienda que hay combustible a su disposición. Así el metabolismo funciona a nivel óptimo. Por eso comer sano, con porciones controladas y en forma regular, combinado con el ejercicio físico, es la mejor manera de que el cuerpo y la mente funcionen a la perfección.