¿Invitaste alguna vez a cenar a un amigo que, al ver la comida, te dijo con cara de espanto que no era saludable? ¿Te has prohibido mentalmente comer algún alimento por considerarlo “malo” o “engordador”?
Si es así, no te dejes llevar por estas experiencias. Lee este artículo y descubre cuáles son los verdaderos villanos y tus ángeles guardianes en la mesa.
La verdadera cara de los alimentos
Para conocer si de veras existen alimentos buenos y malos, pedimos la opinión médica del doctor Eleazar Lara-Pantin, experto en Nutrición de MiDieta™ .
“El alimento es un producto que una persona debe consumir para satisfacer las calorías y los nutrientes que el organismo necesita. Si aceptamos este concepto, cualquier alimento que cumpla con estos requisitos no debe calificarse como bueno o como malo. El alimento es bueno o es malo según lo consumamos”, recalcó el doctor Lara-Pantin.
En otras palabras, no es exactamente el alimento el que tiene la culpa de ser bueno o malo, sino que somos nosotros quienes contribuimos a convertirlo en un vehículo que nos puede causar daño si no lo consumimos de la forma adecuada.
Lo bueno, lo malo y lo feo
Según el doctor Lara-Pantin, para que los alimentos no nos causen daño se deben tomar en cuenta tres aspectos principales: la cantidad y la variedad de los alimentos que consumimos, su forma de preparación y el que éstos no tengan ningún tipo de contaminación.
No es imperativo privarnos totalmente de aquellos alimentos ricos en calorías y nutrientes; sin embargo, debemos comerlos esporádicamente y en cantidades moderadas. Por ejemplo, no está mal el comer de vez en cuando un rico plato de paella a la valenciana en una porción moderada. Lo malo sería comerlo con mucha frecuencia o en cantidades exageradas, ya que éste se convertiría en dañino para nuestro cuerpo.
De igual forma, si comemos solamente un tipo de comida, por más saludable que ésta sea, y no le añadimos otras recetas al menú diario, nos estaremos abasteciendo de pocos nutrientes. Al negarle al cuerpo la variedad en nutrientes y comer siempre el mismo alimento, también podemos hacernos daño.
En ambos casos queda claro el concepto de que no es bueno comer de un alimento en exceso. “Hay que balancear la dieta”, recalcó el doctor Lara-Pantin, a la vez que explicó que para lograrlo basta con variar las comidas.
Además, es importante notar la forma en que se prepare el alimento. Aunque el plato que estemos cocinando cumpla con todos los elementos nutricionales que necesitamos, nos puede causar daño si le añadimos otros componentes al prepararlo. Por ejemplo, si estás cocinando una carne que de por sí es un poquito grasosa y decides freírla con aceite, obviamente esa carne terminará con una cantidad excesiva de grasa, lo cual puede ser perjudicial si ya consumes mucha grasa en tu dieta diaria. Lo mismo puede suceder con otros componentes del alimento, como las proteínas y los carbohidratos, entre otros.
Otro aspecto importante es que el alimento que se consuma esté en perfectas condiciones sanitarias. El alimento puede ser un peligroso vehículo de bacterias o de productos indeseables si no cumple con algunas medidas de salud. Antes de comprar los alimentos, te recomendamos verificar que no estén contaminados y, una vez en casa, evitar la descomposición y contaminación, manteniéndolos limpios y refrigerados.
Consejos para un desenlace feliz
En conclusión, los alimentos no son necesariamente buenos o malos. Lo que sí te recomendamos es tener siempre en mente la moderación al comer: moderación con las porciones, moderación con los ingredientes a la hora de preparar tus alimentos y moderación con la frecuencia en que los comes.
Por último, recuerda variar tus comidas, para que recibas todos los nutrientes que necesitas, y asegurarte que los alimentos que compres o cocines no estén expirados o contengan bacterias que puedan causarte daño.
*Del equipo editorial de MiDieta™
Otros artículos sobre temas relacionados: