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Empieza tu día con un buen desayuno

El desayuno es la comida más importante del día. Comenzar el día con un desayuno completo y variado es esencial para una nutrición óptima y para un buen funcionamiento físico y mental.

Termina con el ayuno

Empieza tu día con un buen desayuno

Al levantarte, tu cuerpo necesita la energía que provee un desayuno balanceado. Si no desayunas no finalizarás el período de ayuno que iniciaste la noche anterior o la última vez que comiste, el cual generalmente dura de 8 a 10 horas.

Cuando duermes, el metabolismo de tu cuerpo trabaja poco, lo cual se conoce como "metabolismo basal" o mínimo de energía. No tomar el desayuno acostumbra al organismo a tener un metabolismo lento, por lo que se queman menos calorías.

Quienes empiezan el día sin desayunar, además, suelen tener un bajo nivel de azúcar o glucosa en la sangre y experimentan síntomas indeseados que pueden acompañarles durante todo el día, como dolor de cabeza, cansancio y falta de motivación. Todos estos síntomas pueden empeorar con el tiempo y ocasionar problemas mayores.

Aprovéchalo al máximo

Para que el desayuno te proporcione aún mayores beneficios, debe estar equilibrado con las proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales esenciales. Estos requisitos nutricionales deben ser los mismos que se aplican a las demás comidas del día, únicamente que en el desayuno sus ingredientes suelen ser distintos. Por ejemplo, las fuentes de carbohidratos pueden ser los cereales, pan o papas. Las proteínas se pueden suplir con leche, huevo, queso y jamón. Las vitaminas y los minerales los encontrarás en las frutas y los jugos de frutas naturales.

Si comienzas el día con un buen desayuno:

  • Obtendrás la glucosa necesaria para que tu cerebro funcione adecuadamente.
  • Tendrás más energía y mejor resistencia física.
  • Te sentirás más saludable, a gusto y de mejor ánimo.
  • Tendrás menos hambre a las otras horas de la comida.
  • Quemarás más calorías.
  • Controlarás mejor tu peso.
  • Mejorarás tu rendimiento y tu capacidad de concentración.
  • Aumentarás tu consumo de fibra y vitaminas esenciales.
  • Reducirás el estrés.
  • Tendrás un corazón más saludable.

Si no desayunas:

  • Causarás que tu metabolismo se vuelva más lento.
  • Empezarás el día con poco ánimo.
  • Sentirás agotamiento, debilidad y, posiblemente, malhumor.
  • Tendrás muchísima hambre a la hora del almuerzo, por lo que comerás más.
  • Podrás sentir mareos al bajar el nivel de glucosa en la sangre.
  • Perderás una oportunidad de abastecer tu organismo con las vitaminas, minerales, fibra y demás nutrientes necesarios.
  • Alterarás el nivel de glucosa e insulina en la sangre.
  • Perjudicarás tu nivel de concentración, tu memoria y tu habilidad para aprender.

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