Es tentador escuchar que una bebida alcohólica, como el vino tinto, te ayudará a mejorar tu salud. Pero, ¡ojo! No se trata de una relación proporcional: “entre más vino, mejor salud”. Separemos los hechos de la ficción, para tomar las mejores decisiones en cuanto a esta bebida frutal.
Durante los últimos años, varios estudios científicos han demostrado que tomar vino tinto en forma moderada puede ser saludable. Los siguientes puntos te mostrarán la relación que hay entre el consumo de esta bebida alcohólica y su posible beneficio en ciertas enfermedades:
- El vino tinto y el corazón
En las últimas décadas, los científicos han observado detenidamente y con sorpresa ciertas contradicciones de la dieta de los franceses: a pesar de consumir mucha grasa saturada, las estadísticas muestran que tienen un riesgo menor de contraer alguna enfermedad del corazón. Este notable misterio lo han llamado “La Paradoja Francesa”. Lo curioso es que este bajo riesgo de contraer enfermedades coronarias se atribuye nada más y nada menos que al vino tinto. En la mesa francesa, el vino tinto es un invitado cotidiano.
Y, ¿qué es lo que tiene el vino tinto que lo hace saludable para el corazón? Los polifenoles,que juegan un papel protector para este órgano vital.
- El vino tinto y el cáncer pulmonar
En un estudio realizado por la Universidad de Santiago de Compostela, España, publicado en el 2004, se examinaron los efectos del consumo de vino tinto y vino blanco, entre otras bebidas alcohólicas, en el cáncer pulmonar. Se concluyó que el vino tinto estaba asociado leve, pero significativamente, en la disminución del desarrollo de cáncer pulmonar. Estos resultados sugieren una interesante posibilidad sobre el riesgo-beneficio del consumo de vino tinto y el riesgo de contraer cáncer pulmonar.
- El vino tinto y el cáncer de próstata
De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, consumir un vaso diario de vino tinto reduce el riesgo de cáncer de próstata en un 50%. Pero hay que mirar siempre el otro lado de la moneda, donde otros estudios han concluido resultados confusos, que no sólo incluyen el vino tinto, sino también otras bebidas alcohólicas. Por lo tanto, hacen falta estudios en los que se analice específicamente el efecto del vino tinto sobre el cáncer de próstata.
La clave es: todo con moderación.
Lo propuesto aquí en cuanto al consumo de vino tinto como una bebida preventiva no es así de fácil: esto dependerá del riesgo-beneficio. Para aclararte el panorama, debes evaluar si existe algún riesgo potencial de dependencia al alcohol, así como otras situaciones de salud como el estar embarazada o tener alguna enfermedad preexistente.
Recuerda que si estás en un plan de alimentación para bajar de peso, el consumo de alcohol aumentará las calorías vacías de tu plan.
Considerando estos aspectos, se promueve que “el consumo ligero a moderado de alcohol puede tener resultados beneficiosos hacia la salud”.
Si acostumbras tomar bebidas alcohólicas, la recomendación es la siguiente: para los hombres, un máximo de 2 bebidas al día, y para las mujeres, solamente una diaria.