El código postal y el valor de las propiedades pueden predecir las tasas de obesidad de un vecindario, asegura un estudio de la Universidad de Washington, publicado por la revista “Social Science and Medicine”.
El trabajo comprobó que el precio de las viviendas puede predecir las tasas de obesidad más que la educación y el ingreso de los que viven en ese código postal. Por cada $100 mil dólares adicionales en el precio de una casa, los investigadores hallaron que estas tasas bajaban hasta un 2 por ciento.
La tasa de obesidad llegaba a un 30 por ciento en los códigos postales más empobrecidos y a sólo un 5 por ciento en aquellos con mayor bienestar económico.
El estudio, basado en un análisis de las respuestas a una encuesta telefónica, se realizó en King County, en el estado de Washington. En la investigación participaron oficiales del Departamento de Salud local y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Los investigadores también comprobaron a partir del cuestionario que los dueños de viviendas de códigos postales valorizados en el mercado eran más proclives a estar “bajo dieta”.
“La obesidad es un tema económico”, explicó el doctor Adam Drewnowski, director del Centro de Investigaciones de Obesidad de la universidad y líder del estudio. “Conociendo más sobre la geografía de la obesidad nos permitirá identificar los vecindarios más vulnerables”, agregó.
Trabajando con la agencia de salud de King County, los investigadores llegaron a analizar información de más 8 mil encuestados. Los CDC usaron esa información para realizar un mapa de la obesidad, el primero de su tipo. “Los resultados eran de alguna manera los esperados”, remarcó Drewnowski. “Las áreas de prosperidad también son una referencia de acceso a comidas más saludables y a mayor oportunidades de hacer ejercicios”.
La Universidad de Washington es la primera que examina la obesidad bajo esas variables en un área metropolitana. Estudios previos habían indicado el estigma social de la obesidad, mayores tasas en comunidades más pobres o desplazadas, pero nunca incorporando el componente geográfico.
El análisis de King County también reveló mayores tasas de obesidad en personas con ingresos menores a $15 mil y menores en aquellos que ganaban más de de $50 mil. Y estas disparidades también aparecen a la hora del análisis por código postal.
“Nuestra investigación muestra que la epidemia de obesidad sí discrimina”, aseguró Drewnowski. “La geografía, la clase social y la situación económica juegan un rol crucial en el problema de la obesidad. Algunas de las áreas que están en mayor desventaja son aquellas más afectadas por esta epidemia”.