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Cómo planear tus compras del mercado

La escena de la película “The Stepford Wives” ofrece un ejemplo extremo. Nicole Kidman, rodeada de bellas y esbeltas mujeres que empujan carritos de supermercado, realiza una compra soñada. Elige productos saludables, hipocalóricos, coloca todo en su justa medida. Lástima que es un robot.

No desesperes. Para comer alimentos saludables no debes actuar como una máquina, ni siquiera cambiar drásticamente tu forma de comprar. Simplemente puedes incorporar algunas estrategias útiles para asegurar que tu carrito esté repleto de alimentos que sean parte de tu plan de alimentación saludable.

Cómo planear tus compras del mercado

Piensa en semana

Decide de antemano tus comidas para los siete días siguientes, desde el día en que vas al mercado. Así podrás saber exactamente qué cantidad de productos necesitarás para tus próximos desayunos, comidas y snacks.

Haz una lista

Algo tan sencillo como la vieja y práctica lista hará tu compra más eficiente, además de evitar “impulsos” peligrosos para tu dieta, como arrancar de la góndola una bolsa de papas fritas… Esa lista debe contener los productos básicos que necesitas para consumir entre comidas. Por ejemplo: zanahorias pequeñas, apio en trozos, brócoli, manzanas, naranjas, peras, cerezas, bagels integrales, uvas, pretzels, quesos bajas calorías y yogur dietético.

Diseña un recorrido

Siempre vas a ese mercado, así que sabes perfectamente en donde están los productos saludables. Por eso, hazte un mapa mental previo, antes de poner un pie en el lugar. Y evita dirigir el carrito hacia las “zonas prohibidas”.

Compra sin hambre

Este punto es un desafío para la mujer que trabaja, que generalmente realiza sus compras al salir de la oficina y antes de llegar a casa. Pero inténtalo, vale la pena. Es difícil resistir la tentación de los fiambres, galletas y tortillas si llegas al supermercado con hambre. Comprar con el estómago vacío puede ser una trampa mortal. Por eso, haz tu compra luego de haber comido muy bien.

Lee las etiquetas

Desde 1994, cada producto empacado tiene su información nutricional. Incorpora el hábito de leerla porque te ayudará a orientarte no sólo sobre cuántas calorías contiene el producto sino también sobre otras sustancias importantes como el sodio o el potasio.

Si sigues esta sencilla estrategia de cinco pasos, te aseguramos que no sólo tendrás tu refrigerador repleto de alimentos sanos, sino también le habrás hecho un gran favor a tu bolsillo. Porque, a la hora de llegar a la caja registradora, comprar sin planear resulta mucho más costoso.

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