Aunque en los años 60 generó controversia, la dieta vegetariana hoy en día está ampliamente aceptada. Entidades como la Asociación Dietética Estadounidense dicen que “una dieta vegetariana bien planeada puede brindar una buena nutrición”.Según se define en Medline Plus, el servicio informativo de la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos y de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), “una dieta vegetariana se enfoca en la alimentación con verduras. Esto incluye frutas, verduras, guisantes y alubias secas, granos, semillas y nueces”.
Pero no todos los vegetarianos siguen la misma dieta, sino que hay distintos niveles. Una persona puede optar por ser un vegetariano 100%, cuya dieta es completamente vegetal. O lactovegetariano, en la que se incorporan todos los productos lácteos. Una tercera alternativa es la lacto-ovovegetariano, que suma huevos. Y finalmente la opción de ser parcialmente vegetariano, lo que puede incluir de vez en cuando el consumo de alguna carne, en especial blanca.
Sin embargo, los nutricionistas hacen algunas advertencias, especialmente cuando se trata de niños o de adultos mayores. Una dieta basada en vegetales puede carecer de algunos de los nutrientes esenciales para el organismo como la vitamina D, la vitamina B12, el hierro, el zinc y las proteínas que provienen en gran parte de las carnes.
El libro “The Bloodless Revolution, a Cultural History of Vegetarianism from 1600 to Modern Times” (en español, La revolución sin sangre, una historia del vegetarianismo desde el 1600 hasta los tiempos modernos) de Tristam Stuart, sitúa el fortalecimiento de la filosofía vegetariana con la filosofía de “regreso a la naturaleza” que propagó el pensador francés Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). "Los animales tienen el mismo mecanismo biológico de compasión que los humanos. A veces, el instinto humano de autopreservación puede llevar a los humanos a matar animales". "Pero si se adhiere a la naturaleza", insiste Rousseau, "el poder distintivo de compasión normalmente los contendría de destruir otra criatura sensible”, explica Stuart. Para el autor, allí está la raíz del pensamiento vegetariano: no destruir a otros seres vivos similares a los humanos.
Si la idea de dejar de comer carne ronda por tu mente, antes de iniciar el cambio, haz una consulta con un nutricionista. Es probable que te indique algún suplemento u otro alimento que pueda suplir ciertos nutrientes necesarios para tu organismo.
Fuentes: The Bloodless Revolution, a Cultural History of Vegetarianism from 1600 to Modern Times, Medline Plus; American Dietetic Association (ADA).