Estrés, agotamiento excesivo, tos persistente y catarros, son algunos de los síntomas más comunes que aparecen en invierno, cuando una persona posee un sistema inmune débil. Según Charlotte Haigh, especialista en temas de salud y autora del libro “100 maneras de potenciar tus defensas”, para fortalecer un sistema inmune es imprescindible incluir en la dieta las vitaminas A, C y E.
• Vitamina A: También previene infecciones.
o Alimentos que poseen vitamina A: Hígado, verduras verdes y lácteos.
• Vitamina C: Contribuye con su aporte de colágeno a fortalecer las paredes celulares, que evitan el avance de las infecciones bacterianas o virales.
o Alimentos que poseen vitamina C: Frutas cítricas (kiwi, limón, lima, naranja y toronja) y algunas verduras (ají, perejil, brócoli y repollo).
• Vitamina E: Mantiene el sistema inmune saludable, durante épocas de estrés y enfermedades virales, produciendo células que defienden el organismo.
o Alimentos que poseen vitamina E: Granos enteros, aceite de oliva, frutos secos y algunas verduras de hoja verde (espinaca, brócoli y espárragos).
El hierro, un mineral muy valioso
Además de las vitaminas, también es importante consumir hierro, un mineral esencial en la formación de las células sanguíneas, que produce dos proteínas que transportan el oxígeno: hemoglobina y mioglobina.
Alimentos que poseen hierro: Carnes con poca grasa (de res, puerco o aves de corral), riñón, corazón, hígado, mollejas, pescados y mariscos, algunos cereales, vegetales verdes, frijoles blancos, pintos o negros, habas, fresas, tomates, lentejas, toronja, jugo de calabaza o zapallo, semillas de sésamo, y jugos enriquecidos con vitamina C.
De esta manera, al incluir las vitaminas A, C y E y el hierro en nuestra dieta de cada día, nuestro organismo estará mucho más preparado para pasar el invierno.
Fuente: “La Fortaleza del hierro”, Tennessee Department of Health