Los hallazgos publicados en la revista Annals of the Rheumatic Diseases, refieren que el factor dietético juegan un papel más importante que los factores mecánicos en la relación entre la obesidad y la osteoartritis. La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para la osteoartritis.
Para llegar a dicha conclusión los investigadores experimentaron con ratones con osteoartritis de rodilla, causada por una lesión en la articulación. Los roedores fueron alimentados con una de las tres dietas altas en grasa: un grupo recibió una dieta rica en grasas saturadas, el segundo, una rica en ácidos grasos omega 6, y el último, una alimentación rica en ácidos grasos omega 6, pero suplementado con una pequeña cantidad de ácidos grasos omega 3.
Los resultados mostraron que los ratones que consumían el suplemento de omega 3 tenían articulaciones más saludables que aquellos alimentados con dietas altas en grasas saturadas y los ácidos grasos omega 6. Además, encontraron que la enfermedad se asoció significativamente con la dieta y no con su peso corporal, toda vez que los roedores que comieron la dieta rica en grasas saturadas o ácidos grasos omega 6 experimentaron un empeoramiento de sus síntomas.
"Los ácidos grasos omega 3 no revierten la lesión, pero parecen retrasar la progresión de la artritis en este grupo de ratones", destacó Farshid Guilak, autor principal del trabajo en un comunicado difundido en línea por la institución académica. De hecho, añadió el investigador, “los ácidos grasos omega 3 eliminan los efectos perjudiciales de la obesidad en ratones obesos."
Más sobre los omega 3
Los ácidos grasos omega 3 se encuentran en vegetales de hoja verde, en determinados frutos secos (en especial las nueces), pescados grasos (anchoa, arenque, caballa, sardina, salmón), en las semillas de lino y en los aceites de colza, nuez y lino.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos refiere que los ácidos grasos omega-3 son benéficos para el corazón y entre sus efectos positivos se pueden mencionar, entre otros: acciones antiinflamatorias y anticoagulantes, disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos y la reducción de la presión sanguínea. Estos ácidos grasos también pueden reducir los riesgos y síntomas de otros trastornos, incluyendo diabetes, accidente cerebrovascular, algunos cánceres, artritis reumatoidea, asma, enfermedad intestinal inflamatoria, colitis ulcerativa y deterioro mental.
Un estudio anterior de la Universidad de Cardiff, Reino Unido ya había mostrado que un suplemento de ácidos grasos omega 3 reduce el deterioro del cartílago en pacientes con osteoartritis. En el 86% de los casos del grupo de pacientes que tomó omega 3 no había casi rastro de las enzimas que destruyen el cartílago, frente al 26% de los casos del grupo que tomó placebo. Según el profesor Bruce Caterson, quien dirigió el estudio, “esto significa que un suplemento de ácidos grasos omega 3 puede reducir o incluso detener el deterioro del cartílago y reducir la inflamación y el dolor que acompañan a la artrosis”.
Osteoartritis en EE.UU.
Unos 27 millones de estadounidenses viven con osteoartritis, la forma más común de enfermedad de las articulaciones. El riesgo de desarrollar osteoartritis en la rodilla a lo largo de la vida es de alrededor del 46% y el riesgo de desarrollar osteoartritis en la cadera a lo largo de la vida es del 25% según el Proyecto de Osteoartritis del Condado de Johnston, un estudio a largo plazo de la Universidad de Carolina del Norte con el patrocinio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y los Institutos Nacionales de Salud.
¿Qué es la osteoartritis?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS, por sus siglas en inglés), la osteoartritis es una enfermedad de las articulaciones o coyunturas que afecta principalmente al cartílago. El cartílago es un tejido resbaladizo que cubre los extremos de los huesos en una articulación.
El cartílago permite que los huesos se deslicen suavemente el uno contra el otro. También amortigua los golpes que se producen con el movimiento físico. Con la osteoartritis, la capa superior del cartílago se rompe y se desgasta. Como consecuencia, los huesos que antes estaban cubiertos por el cartílago empiezan a rozarse. La fricción causa dolor, hinchazón y pérdida de movimiento en la articulación. Con el tiempo, la articulación puede perder su aspecto normal. Además, pueden crecer espolones alrededor de la articulación. Algunos pedazos de hueso o de cartílago pueden desprenderse y quedar atrapados dentro del espacio que existe en la articulación lo que causa más dolor y daño.
Las personas con osteoartritis a menudo tienen dolor en las articulaciones y limitación de movimiento.
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