Un abrazo es suficiente para calmar el dolor de la soledad, encuentran los científicos, pero los expertos en salud mental advierten que los mimos están en peligro de desaparecer porque la tecnología está cambiando la forma en que interactuamos.
Investigadores de University College London, en Inglaterra, hallaron en un estudio que el abrazo es tan poderoso que puede reconfortar a alguien que está sufriendo una de las experiencias emocionales más dolorosas: la exclusión social y el rechazo.
Últimamente, muchos profesionales de salud y científicos están centrando su atención en este tema. La soledad y el aislamiento social pueden representar un mayor peligro para la salud pública que la obesidad, y su impacto ha estado creciendo en los últimos años, según un estudio presentado en agosto de 2017 en la 125a Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología (APA).
Se calcula que alrededor de 42.6 millones de adultos mayores de 45 años en Estados Unidos sufren de soledad crónica, lo que lleva a expertos a hablar de un fenómeno llamado “epidemia de soledad” que aumenta el riesgo de padecer enfermedades del corazón, cáncer y obesidad, y se ha comprobado que es tan nociva como fumar 15 cigarrillos al día.
Una de las autoras del nuevo estudio, Mariana von Mohr, dijo: "A medida que nuestro mundo social se vuelve cada vez más visual y digital, es fácil olvidar el poder del tacto en las relaciones humanas”.
"Sin embargo, hemos demostrado por primera vez que el simple acariciar lento y gentil de un extraño puede reducir los sentimientos de exclusión social después del rechazo social" agregó.
La investigación -publicada en Scientific Reports- comparó el impacto de un toque lento y cariñoso y uno rápido y neutral después del rechazo, a través de un juego donde 84 mujeres lanzaron bolas. Además, completaron un cuestionario sobre sus sentimientos de pertenencia, autoestima, existencia y control.
Se halló que las participantes que recibieron un contacto a baja velocidad experimentaron menos sentimientos de negatividad y exclusión social en comparación con aquéllas que recibieron un toque rápido y "neutral".
La autora principal, la Dra. Katerina Fotopoulou, dijo: "Los mamíferos tienen una necesidad reconocida de cercanía y apego. Por lo tanto, no fue una gran sorpresa que el apoyo social redujera el dolor emocional de ser excluido en las interacciones sociales”.
"Lo que es interesante, sin embargo, es que el apoyo social se transmitió de manera óptima sólo por una simple, pero específica, instancia de contacto" agregó.
Puede curar hasta un resfriado
El estudio es consistente con recientes hallazgos acerca de que el contacto social -y, en particular, las caricias suaves- puede codificarse mediante un sistema fisiológico especial que vincula a la piel con el cerebro.
Otro estudio similar, publicado en 2015 en Psychological Science, relacionó el hecho de recibir afecto con un menor riesgo de padecer gripe o resfriados. Esto tiene sentido porque el estrés baja las defensas de las personas y las vuelve más débiles frente a las enfermedades.
Los resultados mostraron que el riesgo de resfriado común se redujo entre las personas que recibieron más apoyo social y los síntomas fueron más leves entre los participantes que habían recibido más abrazos.
“Estos resultados sugieren que ser abrazado por una persona de confianza puede actuar como un medio eficaz para transmitir el apoyo, y entonces el aumento de la frecuencia de los abrazos podría ser un medio eficaz para reducir los efectos nocivos del estrés” resaltó el profesor Sheldon Cohen, de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, Estados Unidos, y responsable de esa investigación.