La doctora Elizabet Ricanati, del Wellness Institute de la Cleveland Clinic, explica que no dormir bien es una condición "subestimada": la gente piensa que se recupera a la noche siguiente y listo.
Pero esa acumulación de mal dormir puede tener consecuencias nefastas para la salud, desde no cumplir con las tareas diarias bien y perder la memoria hasta elevar el nivel de azúcar. Ni que hablar de cambios de humor y aumento de peso, dos consecuencias posibles de dormir mal.
Ricanati explica que hay modificaciones de hábitos que logran lo que hoy en día se denomina "higiene del sueño", literalmente limpiar conductas que afectan el buen dormir, para lograr el sueño reparador. Algunas de ellas son:
- Tratar de irse a dormir y levantarse siempre a la misma hora, no importa si es día de semana, sábado o domingo.
- Evitar tomar café después de las 6pm. O antes.
- Limitar la ingesta de alcohol
- No ejercitar a la noche, antes de irse a acostar
- Si se está en la cama por más ed 20 minutos, sin lograr dormise, hay que levantarse. La cama es para dormir, no para leer, textear o ver televisión.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) consideran que los trastornos del sueño son un tema preocupante en país y vienen realizando una vigilancia activa de este problema que atraviesa a toda la sociedad.
Un reporte de los CDC determinó que entre 74,571 adultos encuestados en 12 estados, el 35.3% informó haber dormido menos de 7 horas diarias, el 48 % informó haber roncado, el 37.9% dijo haberse quedado dormido involuntariamente durante el día al menos una vez. El Departamento Nacional de Transporte estima que manejar con somnolencia ocasiona 1,550 muertes y 40,000 lesiones por accidentes cada año.
Y las mujeres lo padecen más que los hombres.
¿Cuánto debemos dormir?
La Fundación Nacional del Sueño elaboró una lista con nuevas recomendaciones en relación a cuánto deberíamos dormir según los adultos:
- Adultos jóvenes (18 a 25 años): de 7 a 9 horas al día
- Adultos (26 a 64 años de): de 7 a 9 horas al día
- Adultos mayores (65 años y más): 7 a 8 horas al día