Una enfermedad bacteriana llamada melioidosis (en la foto arriba una muestra real de la bacteria al microscopio), de la cual no se sabe mucho, podría matar tanto como lo hizo en su momento el sarampión, alertan científicos.
En un artículo publicado en la revista Nature Microbiology, expertos de la Universidad de Oxford, la Universidad de Bangkok y la Universidad de Fortaleza alertan sobre esta infección bacteriana, que ha venido presentando un número de casos creciente.
También científicos de Oxford advierten sobre el avance del virus Zika, una infección que trasmite el mosquito Aedes y de la cual ya se han registrado casos en 13 países de las Américas, según estimados de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Ambas enfermedades predominan en climas tropicales, en donde se han originado, y han demostrado hasta el momento la capacidad de diseminarse rápidamente.
Y también a las dos es difícil tratarlas. La melioidosis ha mostrado ser resistente a una amplia gama de antibióticos, mientras que aún no existe una vacuna o una terapia curativa para el Zika: sólo se puede mantener al paciente con cuidados paliativos hasta que el mismo cuerpo erradique el virus.
Aunque el virus Zika se conoce desde los años '40, la primera epidemia significativa que llamó la atención de las autoridades sanitarias fue una ocurrida en la isla Yap, de Micronesia, cercana a Filipinas en donde se registraron 180 casos en el 2007.
El virus permaneció tranquilo, con infecciones esporádicas hasta el 2013, cuando se registró una epidemia en la Polinesia Francesa, los casos llegaron a la Isla de Pascua y de ahí el Zika "saltó" a Latinoamérica en el 2015.
El Zika ha causado hasta el momento cerca de 1.5 millones de infecciones sólo en Brasil, según las autoridades sanitarias. Y se estima que hay 3,174 casos sospechosos de bebés con microcefalia a causa del virus, en 164 municipios.
La bacteria Burkholderia pseudomallei que la causa melioidosis —también conocida como enfermedad de Whitmore— tiene la capacidad de mimetizarse con otras enfermedades por lo cual muchas veces es difícil diagnosticarla, explica el microbiólogo Direk Limmathurotsakul, de la Universidad de Bangkok y coautor del estudio publicado en Nature Microbiology. Los síntomas varían de acuerdo a si la bacteria afecta los pulmones o entra directamente en el torrente sanguíneo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se registran alrededor de 165,000 infecciones anuales, con unas 89,000 muertes. Hasta el momento la mayoría de los casos han ocurrido en el norte de Australia y el sudeste asiático, en donde la bacteria está presente en ciertas regiones en el agua y el suelo. Es fácilmente trasmisible a través de la exportación de animales infectados.
Los científicos indican que otras zonas en riesgo de melioidosis son el este y sur de Asia y el Pacífico, el África subsahariana, Medio Oriente, Sudamérica y Centroamérica.
Ambas infecciones, concluyen, tienen potencial pandémico.
La experiencia con el Ébola, resaltan, ha demostrado una respuesta pobre y lenta ante la explosión de enfermedades poco conocidas o comprendidas, por lo cual urgen a la investigación y a aceitar los sistemas de alerta epidemiológica en los países.