El impacto de un meteorito a millas del Aeropuerto Internacional de Managua, en Nicaragua, arrojó a la tierra rocas y escombros, pero también puede haber traído a visitantes no tan deseados: microorganismos desconocidos para nosotros.
La teoría que sostiene que hay gérmenes en el espacio exterior no es nueva y se basa en el minucioso análisis de la NASA, la Agencia Espacial Estadounidense, de muestras que han llegado a la Tierra en manos de astronautas o exploradores espaciales.
Este fenómeno de la llegada a la Tierra de vida desde el espacio exterior —incluidos gérmenes y distintos microorganismos— se conoce como panspermia. Y los que lo estudian son los astrobiólogos, quienes consideran que gran parte de las bacterias y virus que enferman a la Humanidad desde hace milenios vinieron desde recónditos puntos del Universo a través de meteoritos y lluvias estelares.
Estos "aliens" microscópicos, indica un artículo de la revista Astrobiology, son tan fuertes hoy en día porque en su largo viaje hacia la Tierra, hace millones de años, tuvieron que atravesar medio ambientes y atmósferas extremas, lo que los volvió muy fuertes y afinó su enorme capacidad de mutar y adaptarse a nuevos lugares.
El estudio que describe el artículo científico reveló la posibilidad de que bacterias que existen en Europa, una de las lunas de Júpiter, sean las mismas y potentes que se han hallado en el Parque Nacional Yellowstone, en California.
Y esta teoría se probó hace pocos años en un estudio, pero a la inversa. Un experimento realizado por astronautas de la Estación Espacial Internacional, cuyos resultados aparecieron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences en el 2007 mostró que las bacterias se vuelven cien veces más peligrosas cuando están en el espacio.
La experiencia realizada en la estación Atlantis analizó cómo afecta la falta de gravedad en el espacio a las bacterias, específicamente la Salmonella. Y el resultado les erizó la piel a los propios astronautas: El gérmen mostró una virulencia atroz y ser potencialmente más letal que en la Tierra apenas 83 horas después de llegar al espacio.
Los científicos cultivaron muestras de esta súper Salmonella en la estación espacial y, al volver a la Tierra, infectaron a un grupo de ratones con esta bacteria, y lo compararon con otro grupo de roedores afectados con una versión del gérmen que nunca había cruzado la estratósfera.
Resultado: los ratones infectados con la bacteria cultivada en el espacio tuvieron una tasa de mortalidad tres veces mayor.